martes, 11 de septiembre de 2012

¡A mí ni me la nombres!

Llega un momento en que el silencio es traición” Del discurso de Martin Luther King en Riverside Church, New York 4 de Abril de 1967

“Cada veintiocho días me siento, cielo abajo, piernas adentro, tan habitada, tan ocupada por ese ser que siento tan otra y es, no obstante, la que más me frecuenta, la que dicta mis pasos en orden al sentir, la que dirige mi voluntad más imperiosa, más necesitada, más desesperadamente codiciosa en la ternura, la que me invita a ser esa otra que que me tiene cada vez más emboscada, en alerta siempre, roja alerta que deja, intenso, su rastro de materia desprendida sobre lo que voy siendo.Tan habitada me siento que no sé si hablo desde dentro de la sangre en tumulto, ni quién observa a la otra, ni que otra soy yo”
Chantal Maillard. “Filosofía en los días críticos”.

¿“Menstruación” es una mala palabra?

¿Cuanto tiempo de su vida una mujer está menstruando?
Suponiendo que te empiece a los 12 y se te vaya a los 60, vas a menstruar 13 veces por año durante 50 años, unas 650 veces en total, si no tenés hijos. Si los tenés, tenes que quitarle unas 12 o 15 menstruaciones, dependiendo de que amamantes al bebé en cuyo caso la mensruación te vuelve al mes o dos meses que dejás de amamantarlo.
Si juntamos todas las menstruaciones de una mujer desde la menarca a la menopausia sin parar, una mujer sana menstrúa durante diez años de su vida, dependiendo de la cantidad de hijos que tenga.Eso significa que la menstruación cubre casi un quinto de nuestra vida reproductiva. Y eso significa que cada vez que te molesta que te venga, te está arruinando un quinto de tu vida reproductova y diez años enteros de tu vida.
Como su nombre lo indica la regla es una regla, no una excepción. Entonces, ¿por qué vivirla como si fuera una rareza o una disfunción, cuando no lo es?
Es un proceso fisiológico natural, el proceso que más fehacientemente te hace mujer.
Sin embargo, la mayoría de las mujeres la viven como un castigo.
¿Por qué? Ni siquiera en la Biblia Dios castiga a la mujer con menstruaciones:el castigo bíblico era parir a los hijos con dolor, no menstruar con dolor. ¿Y entonces? ¿Porque tanto tabú por un poco de sangre?
Alguna gente me ha dicho “ya no es tanto tabú, ahora se puede hablar del tema “¿ Ah, si? ¿Donde? Las menstruaciones no aparecen en libros ni en revistas que no traten patologías femeninas. En ninguna película las protagonistas menstrúan jamás. Tampoco se habla de ella en la vida cotidiana, ni siquiera entre madre e hija, entre hermanas, entre amigas ni entre colegas.Si lo hablan, siempre es en voz bien baja. Y es un tema absolutamente vedado para hablar con hombres.
Se trata de hacer como si no existiera la menstruación. Las adolescentes no intercambian experiencias ni opiniones acerca de la menstruación ni entre ellas mismas y por eso mismo siguen arrastrando temores, supersticiones y mitos ancestrales, como que mejor no bañarse estando con la menstruación, que no conviene lavarse la cabeza porque “el agua corta la menstruación”, o que la mujer menstruando corta la mayonesa (como la embarazada, vaya mito contra los dignos de fertilidad). Y, lo más importante que nos dejan en claro es …¡que nadie sepa que están con la regla!.
Para investigar este tema fui a la biblioteca, para saber si ya había algo escrito al respecto. El empleado era un hombre joven, de camiseta negra y arito en la oreja. Por un instante pensé en regresar cuando hubiera una bibliotecaria mujer. Pero me negué a tomar también yo una actitud prejuiciosa al hablar del tema con un hombre, por lo cual lo encaré. Le iba a decir la palabra…pero no pude. No me salía decirle “¿Tienes libros sobre menstruación?”. Había gente detrás de mí, y no quería shockear a nadie. Así que le dije
- Buenos días , necesito material acerca de sexualidad femenina …
- El sector de novelas románticas en el tercer panel, a su derecha.
- Los siento, me expresé mal: lo que preciso es investigar sobre salud femenina.
- Libros de medicina, al fondo a la izquierda- me dijo
- Quiero decir… Preciso saber si tienen algo de higiene femenina.
- Si le sirve, le traigo “La historia del jabón”. – dijo sin mirarme, buscando en un fichero.
- No: preciso algo que hable acerca de la regla.
- ¿Matemáticas?, quinto panel abajo…
- No hablo de matemáticas…hablo de las otras reglas, las femeninas….
- ¡Ah, reglas de convivencia! Libros de Educación, atrás a la izquierda.
- No, eso no. – dije suspirando - Estoy investigando sobre el período….
- ¿Cretácico, triásico, jurásico…? Geología está en …
- No, eso no…el otro período…
- ¡Ah, está hablando de Física! ¿El período del péndulo?
- No, el período de las mujeres.
- Lo siento, el único que habló del período del péndulo fue un hombre. Ya le traigo “El Péndulo de Foucault”, de Umberto Eco.
Al pobre muchacho ni le entraba en la cabeza que alguien le pidiera algo sobre menstruación.Decidí buscar en las librerías atendidas por mujeres. Me dijeron que sobre ese tema no hay nada más que “Monólogos de la Vagina”, de Eve Ensler, pero que no lo tienen, y que mejor lo consiga en video. Fui entonces a un videoclub, ilusionada por ver cómo haría Ensler para hacer hablar a su vagina. Pero su vagina no hablaba, ni contaba intimidades sexuales. La que hablaba era su boca, que tampoco hablaba de menstruación. Regresé entonces al videoclub. ¡No podía ser que no hubiera nada sobre menstruaciones! Busqué películas que llevaran “sangre” en el título. Pero eran todas de terror o guerra. Por ejemplo, alquilé una que parecia referirse a la menarca, llamada “First Blood”(“Primera Sangre”). Pero era una de acción y tiros con Silvester Stallone. El título menciona a la primera sangre que da por acabado un duelo, en donde la regla es que “el primero que sangra es el que pierde”.En el duelo de la vida, la primera que sangra es la mujer. ¡Ajá, con razón siempre perdemos!

En Estados Unidos hay muchos libros sobre la menstruación. Se animan a publicarlos en inglés porque es un idioma que nadie entiende.Así que para escribir este libro tuve que sostener largas charlas en privado con mujeres que rompieron el tabú para confesarme lo que jamás habían hablado con sus madres ni con sus mejores amigas. Estudié libros de ginecología. Hurgué en la web con la perserverancia de un buscador de perlas: Hice un salto con garrocha por encima de prejuicios milenarios para encontrar respuestas que echen luz a un tema que sigue demasiado oscuro.
Por fin, creo saber por qué la menstruación sigue siendo un tema terrible y temible, que hay que ocultar. Y creo que saber por qué tanto lío con este asunto nos alivia y reconcilia a todas con el hecho de ser mujer. Y hasta acabas sintiéndote orgullosa de lo que antes te avergonzaba.
La menstruación es un proceso fisiologico único y fascinante, que no dura toda la vida y que por eso mismo está para ser disfrutado día a día....jamás sufrido.



¿Por qué la menstruación es tabú?

¿Sabes lo que significa la palabra “tabú”?
“Tabú” es una conducta, actividad o costumbre prohibida, sagrada, consagrada o respetada por un grupo social determinado.Dice Sigmund Freud que es algo inquietante, peligroso, prohibido e impuro que despierta un temor sagrado.[1]
“Tabú” es una palabra derivada del polinesio tapu y que significa "señal muy fuerte". Pero hay expertos que dicen que “tapua” en polinesio significa “menstruación”….¡que por cierto es una señal fuerte!
Lo que es tabú está prohibido desde hace tanto tiempo que – aunque no se sabe bien por qué-se respeta a rajatabla, cuando la prohibición ya perdió el sentido de ser. Por ejemplo, entre los musulmanes y judíos es tabú comer carne de cerdo. La razón es que se sabía antiguamente que los cerdos transmitían la triquinosis. Por eso aún hoy, teniendo acceso a cerdos sanos, en estos grupos humanos su carne se considera insalubre.
En nuestra sociedad, la menstruación y la sangre menstrual es un tabú tan fuerte, que impide que se hable de ella en todas las culturas menos la inglesa, dado que fue Carlos, el Principe de Gales que le dijo telefónicamente a su amante Camilla Parker Bowles “Quisiera ser tu tampón”.
Los tabúes existen para controlar cosas consideradas poderosas. La capacidad de las mujeres de sangrar sin heridas, a un ritmo predecible, junto con los ciclos de la luna, combinada con la capacidad de dar vida a un nuevo ser, han sido consideradas capacidades mágicas durante siglos y desde el que el hombre comenzó a ver con qué emborracharse.
Las mujeres fueron adoradas, endiosadas, temidas y enviadas debido a su capacidad especial de menstruar. Y por eso se desarrollaron fuertes tabúes para proteger a la sociedad del increíble poder adjudicado a la menstruación. Poder no le falta: si estás menstruando es que puedes dar vida, ¿y no es esa acaso la mayor demostración de poder?
Así como las sociedades primitivas le conferían poderes mágicos a las mujeres, las generaciones siguientes se los quitaron diciendo que la sangre menstrual es contaminante, y que las mujeres deben cuidar muy bien donde tiran sus paños manchados con sangre ponzoñosa. Por eso es que hasta las mujeres más informadas, evolucionadas y modernas envuelven apresuradamente sus toallitas femeninas en mil papeles y luego hunden esa enorme bola de papel en el fondo del canasto para que nadie las vea, sin darse cuneta de que usando tanto papel para cubrirla lo hacn más evidente aún. Y no sólo hacen eso en los baños públicos: estando en casa, envuelven sus toallitas usadas en bolsas que meten dentro de otras bolsas… ¡para que nadie se entere de que están menstruando!
Si les preguntas por qué lo hacen, no lo saben explicar bien. Todas dicen “No es que a mi me de asco, es que no quiero asquear a los demás”, “para no impresionar”, “porque es desagradable para los demás” . la verdad es que ocultan sus menstruaciones por un impulso irracional y atávico que las obliga a esconder lo que le pasa y que es demasiado antiguo para poder explicarse con un razonamiento lógico.Comentarlo se considera una locura, un desatino, una animalidad: ¡ No podemos estar revelando la parte más salvaje de nuestra persona! Imagina que en una sociedad que pretende controlarlo todo minuto a minuto y ponerle horario fijo a cada cosa, a las mujeres les sucede algo que les aparece de pronto, sin aviso, y que absolutamente nadie puede controlar.Una puede decidir cuando duerme y cuándo no, cuándo orina y cuándo no, y hasta cuándo vomita y cuándo no. Pero no puede decidir cuándo menstruar y cúando no. La menstruación es absolutamente rebelde,baja cuando quiere y nada la detiene. ¿Cómo una chica moderna y sofisticada va a tener algo no programado en su agenda, como un ciclo natural, silvestre e indomable, por designio de sus hormonas? ¡Es un completo desatino! Esto pone a cualquier mujer en el mismo lugar de un animalito salvaje. Si queremos dominar el mundo, ¿cómo no podemos dominar a nuestra menstruación? La menstruación es tal prueba de naturaleza indomable , rayana en la autoindulgencia,que por eso a las mujeres les sigue dando vergüenza comprar tampones o toallitas en una farmacia. Nadie teme pedir papel higiénicoporque uno controla cuándo va al baño y cuándo no…¡ pero hay que ser mujer para tener el desatino de menstruar en cualquier momento! ¿ Cómo podemos ser tan salvaje?
[1] “ Tótem y tabú”

Prejuicios antediluvianos y curas imposibles

Por esta característica salvaje de la menstruación, esta sigue siendo un tabú primitivo, supersticioso y antiguo.. Nuestras abuelas nunca supieron que tendrían la menstruación antes de que esta les viniera. Las toallitas femeninas y los tampones no se promocionaron por televisión hasta 1970. La menstruación es la más clara indicación de que una niña ya es una mujer sexualmente madura. Y esta bandera roja pone nervioso a cualquiera; ¿verdad? ¿Por qué no existe el mismo tabú respecto a las manifestaciones de que un varoncito ya es hombre? De hecho, el habla cotidiana esta llena de palabras que refieren a los genitales masculinos: desde el “boludo” al “mala leche” , pasando por el “gilipollas” y el “eres la leche” . Será grosero hablar así, pero de ningún modo es tabú. Asi que pareciera ser que el tabú menstrual no se debe tanto a la madurez sexual sino a que es un tema de madurez sexual femenina.
La historia la escriben los que ganan, y como la ganaron los hombres que no menstrúan, resolvieron que menstruar es malo y feo. Así que ellos inventaron que la sangre es una maldición de Dios, que las mujeres sangran porque tienen demasiada sangre, que sangra porque ejercitan menos que los hombres y que la sangre les sale por el útero, que es el órgano más débil, el vertedero del cuerpo, y hasta pensaron en teorías locas como que el útero se mueve ocasionando problemas de salud en distintas partes del cuerpo. Libros de medicina de los años 60 sugieren que la mujer no debe bañarse durante la menstruación, o “se le sube la sangre a la cabeza”. Los libros de alrededor de 1970 dicen que lavarse la cabeza “corta la menstruación”. Y los libros publicados después del año 2000, que no avanzan más sobre el tema afirman que “si la menstruación duele, es porque la mujer se está alimentando mal“y sugieren hacer dietas naturistas llenas de ingredientes inconseguibles como azaí brasileño, hierbas chinas o tisanas inglesas de nombres espantosos como St John´s Word, que significa “ la verruga de San Juan”…¿Qué mujer en su sano jucio querría tomar eso, cuando el cuerpo te pide solamente chocolate?
Te dicen que si tomas chocolate te haces daño, y que la menstruación te duele más si te llenas de dulces…¡justo cuando el cuerpo sólo te pide dulces!
Te dicen que para que no te duela la menstruación debes alimentarte exclusivamente con licuados de brotes de soja, alfalfa y semillas de lino para paliar los dolores menstruales. Una vez probé quitarme el dolor con semillas de lino. Sí que te quita los dolores menstruales. Sucede que en lugar de comer media cucharadita, tragué sin ganas media taza de ese asqueroso alimento de periquitos. Luego creí morir de dolor por los retortijones que tuve toda la noche…¡ y te juro que te duelen tanto los intestinos que te olvidas de cualquier dolor menstrual! ¡Tiene que haber otra solución! Pero no la hay porque la menstruación es tabú
¿Qué dicen los expertos de este tabú?
Algunos justifican la aversión a la menstruación con el hecho de que el hombre primitivo no entendía cómo alguien puede sangrar durante cuatro días sin estar herido de muerte. Freud pensó que el hombre hizo que la menstruación fuera tabú porque le recordaba su miedo a la castración. Karl Menninger consideró que el hecho de que la menstruación sea tabú se debe a que al hombre le produce demasiada ansiedad ver la sexualidad y emocionalidad de las mujeres exaltadas en estos dias. En su libro “Menstruation and Menopause” (Editorial Knopf) la psicóloga neoyorquina Paula Weideger afirma que este tabú es el resultado del temor y envidia histórica del varón hacia la mujer, y que el tabú fue generado para evitar que ella quiera igualarlo en status social , y cree que el tabu “cumple un rol imprescindible para el hombre y por eso permanece vivo y creciendo, sin disminuir un ápice de lo que era hace dos mil años” El tabú le enseña a las mujeres un autodesprecio y un odio llamativos y perennes , que la imposibilitan a procurarse un sitio de poder en el mundo, compitiendo con los varones, porque se sienten menos que ellos a causa de la tan temida menstruación.
Asi como es tradición de las madres judías abofetear a sus hija en la menarca (para marcar un antes y un después en la vida, según dicen), la mayoría de las mujeres reciben bofetadas psicológicas de todo el mundo, que se empeña en marcarles a fuego que deben avergonzarse de ese proceso fisiológico involuntario que sucede en sus cuerpos y que ellas no podrían evitar ni aunque quisieran.
Aquí esta la mayor perversión del asunto: se trata de hacerlas sentir culpables a las mujeres por algo que les sucede fatídicamente, solo por ser mujeres. Imaginen si se les dijera a los hombres que deberian avergonzarse porque le crezcan los bigotes, Tendrían la autoestima tronchada para siempre y ocultarían abochornados todos los elementos de afeitada, par que nadie supiera jamás que la barba y los bigotes les siguen creciendo solo por ser varones.
Así que ya vemos que no es justo que se mire tan mal al hecho de menstruar, y ya veremos por qué tiene tan mala prensa.






¿Por qué no podemos decir que estamos menstruando?

En todas partes del mundo las mujeres pasan una semana por mes, todos los meses de su vida, haciendo lo imposible por ocultar que están en los días femeninos.
Inventan cualquier excusa para ir al baño seguido, veamos algunas .

Excusa inventada vs. Lo que prefiero que los otros piensen

“He bebido demasiada cerveza” -¡No menstrúo, es que soy alcohólica!
“ Se me rompió elástico de la bombacha” -No menstrúo, soy tan pobre que no tengo otra
“ Se me metió un insecto en el pantalón” -No menstrúo, tengo bichos en mis partes intimas
“Estoy descompuesta” -No es sangre, es diarrea.
“ No me siento bien”- No estoy menstruando, estoy vomitando
“ Tengo que tomar una medicina” No estoy menstruando, estoy enferema .
“ Se me ha roto la cremallera de la falda” No menstruo, uso ropa rota.
“Se me está por saltar un botón de la camisa” No menstrúo, soy gorda.
“ Ire a lavarme las manos otra vez” -No menstrúo solo tengo un Transtorno Obsesivo Compulsivo.
“Tengo cistitis” -No menstrúo, solo tengo una infeccion horrible.
“ Tengo que tomar algo” …………………… No menstrúo, soy drogadicta
“ Tengo que checar mi maquillaje” -No menstrúo, soy insegura y neurótica
“ Me voy a peinar “ -No menstrúo, soy vanidosa
" Me manché el vestido con sangre" -No menstrúo, tengo hemorroides
" Tengo que acompañar a una amiga al baño” …. -Yo no menstruo, la que menstrúa es ella.


¿ No es increíble? ¡Las mujeres prefieren que los demás piensen cualquier cosa antes de creer que ellas menstrúan!
Es tal el tabú contra la regla, que las mujeres de hoy en día deben ocultar cuidadosamente que pasan un cuarto de su vida menstruando.Deben llevar el secreto guardado bajo siete llaves, disimular sus toallitas, apósitos y tampones, cuidarlos con discreción, y no revelar su estado más que por razones de fuerza mayor.
¿Por qué?
La ginecóloga francesa Lucienne Lanson afirma que “en toda la esfera de la fisiología humana no ha existido otra función corporal objeto de tan apasionada oratoria, violentas discusiones y descabelladas teorías como nuestro flujo menstrual”. Me creo lo de las descabelladas teorías, aunque no lo de las discusiones, porque es un tema que jamás se debate. Se la celebra o se la niega, se la considera mágica o maligna, beneficiosa o temible,y nadie a permanecido indiferente a este extraño proceso…pero no se lo debate ni discute ni investiga: se prefiere el silencio.
En nuestra cultura sólo se muestra el efecto absorbente de toallitas protectoras en avisos de televisión, pero está prohibido que alguien se entere de que estamos usándolas. La sociedad apoya esta vergüenza y la incentiva. Se considera que es correcto avergonzarse, sentirlo como una carga, desear que nunca nos hubiera venido y aliviarse cuando no venga más.
Si una mujer sana pasa unos 40 años menstruando, en su vida acaba teniendo unas 500 menstruaciones en total. ¿Pero tiene sentido molestarse y avergonzarse por algo que nos sucede 500 veces en la vida? ¿No sería mejor reconciliarse con ese proceso y vivirlo como parte única de tu esencia femenina? ¿En qué estado queda la mujer del mundo debiendo avergonzarse y ocultar un proceso fisiológico que le sucede invariablemente cada 28 días? ¿No es un proceso altamente desgastante, ese de tener que tapar, ocultar, negar y disimular que sucede algo perfectamente normal en nuestro cuerpo? ¿De qué vale hacer dietas macrobióticas, Reiki, Tai Chi Chuan, Yoga, Pilates, meditación y terapias psicológicas varias para estar bien con una misma si no podemos aceptar un proceso natural de nuestro cuerpo? ¿Qué pasa con la mujer en una sociedad donde si te viene sin aviso y sin tampones debes pedirle algodón al oído de alguna mujer que sepas que será discreta? Se dice que es posible que una de cada siete mujeres que nos rodean hoy esté menstruando.¿Puede uno decir cual de ellas esta menstruando? Y si no hay manera de saber qué mujer está menstruando y qué mujer no… ¿por qué se proscribe e inhabilita a la mujer menstruante?







Motivos por los cuales no hay que decir que estás menstruando

- porque puedes mancharle la ropa a los demás
- porque todos entrarían en pánico de que te comas todos sus chocolates
- porque la gente te imagina cambiándote la toallita y eso les da cosa
- porque deprimirás a los hombres que pensaban dejarte embarazada hoy
- porque le quitas al barman las ganas de hacer un Bloody Mary ( ¡María Sangrante!
- porque los hombres se excitan si saben que estás en edad reproductiva









Excusas elegantes por si te descubren compresas femeninas asomando del bolso

“ Descubrí que esto es genial para limpiar el parabrisas de mi coche”
“ La mojo en agua helada, me la aplico sobre los ojos y me descansa la vista”
“ Las llevo encima para limpiar donde mi gato hace pipí”
“ Son lo mejor para lustrarme las botas”
“ Limpio con esto la mesa si se derraman bebidas”
“Me los pego en las orejas cuando hace mucho frio, y no sabes cómo abrigan”
“Yo las uso en las orejas para amortiguar los ruidos fuertes de la ciudad”
“ Llevo una toallita empapada en agua fria que me pego en la nuca y no sabes cómo te refresca cuando hace calor”
“Sólo las llevo encima para quitarme el maquillaje”
“Cuando quiero vaciar la pecera de mis pececito, le hecho tres de estas y ya está”
“Es para gastarle una broma a mis amigos: se las echo en el gin tonic y cuando quieren darse cuenta, el vaso está vacío”
“Las uso para secarme las manos. Es más pequeña que una toalla y seca más”
“No estoy menstruando. Las llevo para fingir que estoy menstruando si no tengo ganas de sexo”
“ Las uso para lustrar metales. Absorben más limpiametales que un trapo y son descartables”
“ Las llevo para fingir que aún estoy menstruando a mis 78 años …¡me hacen sentir joven!”

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