miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿ Por qué no lo puedes decir?

Úteros autolimpiantes



Margie Profet, una bióloga evolutiva de 35 años de la Universidad de California en Berkeley dice que se pasó media infancia impactada descubriendo que el cuerpo desechaba el endometrio una vez por mes, como si este no sirviera para nada . Un cuarto de siglo más tarde, descubrió que la menstruacion no es un sistema de descarte de inmudicias, ni una señal de embarazo fallido, sino un mecanismo que protege al útero de bacterias externas. Profet dice que, por aceptar la tradicional mirada nefasta sobre la menstruacion, los médicos sabotearon siempre lasdefensas naturales de la mujer, medicándolas erróneamente ante una infección uterina.
"Equivale a haber pasado años consultando a un cardiólogo ue no sabe que la función del Corazon es bombear sangre…¿ Como podría tratarte? Ese era un dilema del año 1600 y hoy es un dilema muy actual para la salud femenina.Hay médicos que recetan cosas para el útero cuando no saben para qué sirve la menstruacion”, dice la bióloga. Aunque la comunidad científica respeta la postura de Profet, la evidencia mayor de sus dichos es que las infecciones vaginales no suceden durante periodos de menstruación, y hasta es improbable que una mujer tenga menstrución y cistitis al mismo tiempo. Ella dice que inició su investigación pensando que "si la menstruación no tuviera una función precisa, la naturaleza la habria eliminado hace mucho, sin embargo, su persistencia nos indica sus ventajas”. Ella encuentra que la mayor ventaja es que los espematozoides entran rodeados de microbios que invaden el útero. Dado que la sengre menstrual tiene menos coagulantes que la que circua en nuestro cuerpo, y muchisismos mas macrófagos comedores de bacterias, la menstruación es como un sistema ideal para mantener e utero perfectamente deinfectado y limpio. ¿Y qué pasa en los embarazos y en la menospausia? El cervix desarrolla un moco más sólido que impide la entrada de bacterias mientras no haya menstruación. Por eso, ella cree que toda hormona que logre detener la menstruacion conlleva un riesgo grande de infecciones uterinas y vaginales. La comunidad medica afirma la mensrruacion es “una manera maravillosa de reciclar el utero” y es el proceso responsible de que la humanidad sobreviva al punto de haberse convertido en los ganadores de la evolución. ([1] 4 oct 1993)
[1] www.time.com “Woman's Best Defense”4/10/93 , por ANASTASIA TOUFEXIS

martes, 11 de septiembre de 2012

Catarsis y limpieza





Hay mujeres que sientan que en esos días deben retirarse a cuarteles de invierno, mientras que otras sienten que es el momento de hacer catarsis y explotar hacia afuera, quitando todo lo que está de mas, ya sea mental como físicamente. Asi como el parto viene a menudo acompañado de diarrea y vómitos - porque el cuerpo quiere largarlo todo afuera junto con el bebé-, durante la menstruación algunas mujeres también perciben que se les aflojan los intestinos y hay cierta comidas que no toleran bien . Todo eso no es más que un proceso completo de limpieza, como quien sacude la alfombra por la ventana .
Así como algunas mujeres sienten ganas de ser mimadas o de ponerse a hornear pan toda la a noche durante la menstruación , a otras la sensación que tienen es estar dentro de una nube de niebla que hace que todo pase a segundo plano , como si no estuvieran del todo despiertas , y se vuelven introvertidas y ajenas al entorno . Y el mejor plan para esos días es postergarlo todo, especialmente las cosas desagradables como repasar los pisos ordenar cajones o lavar cortinas. Eso va en el estilo de cada una . Yo a veces me deporimo tanto, que prefiero dedicarme a hacer lo más deprimente, total ya estaba deprimida de antes . Entonces me parece que si hagio lago deprimente cuando ya estoy deporimida, la seguda causa de depresion tapa a la primera de modo tal que ya ni recuerdo por qué estaba deprimida, me creo que es por ordenar cajones, y en verdad era por algo muchísimo más graves que ya olvidé. Creo que depresión más depresión no da depresión al cuadrado, sino una nebulosa demalestar que una ya no sabe si es poor tener que ordenar cajones, por estar menstreuando o porque por más cajones que revuelva no encuentra una mísera barrita de choclate rancio.
Asimismo, hay mujeres que los días antes de menstruar, aún siendo ella comunicativa y extrovertida se puede meter para adentro y no querer hablar con nadie. Y la más callada y mansa del planeta suele explotar por aparentes pequeñeces. La pequeñez no es tal: es la gota que rebalsa el vaso de la paciencia, luego de un mes de tragar y tragar. Hay algo en los días previos a la menstruación que le indica a la mujer que no debe tragarse nada y que debe decir lo que siente, tal cual lo siente, sin censuras ni filtros. Adiós tacto y diplomacia, y sálvese quien pueda. Muchos parientes harían bien en emigrara países vecinos antes de que se le manche la bombacha. Es muy probable que ella le diga a alguien en la cara lo que jamás nadie se atrevió a decir, nadie puede criticarla, porque la mujer menstruante no miente. Pero justamente por eso parece más cruel: dice las verdades tal cual son, y no da espacio para que el otro salve la cara.
Tampoco se trata de sadismo : ella no lo disfruta ni se regodea diciendo las cosas como son . Le duelen a ella en carne propia más que a nadie, porque la mujer menstruante de golpe ve con mucha claridad quçe es lo que anda mal en su mundo y cómo debería resolverse . Y es muy doloroso ver que todos andan mal y se resolvería con varias reencarnaciones en seres superiores a estos.
Luego de la catarsis, lo que siente la mujer mesntruante es una sensación del deber cumplido, de que dijo lo que debía decirse, y siente el alivio de la “ limpieza “ interior. Si hay algo que le molesta a la mujer que menstrúa es la falsedad y la hipocresía. Delante de una mujer que menstrúa no vale la pena ponerse en pose ni disimular nada . Es por eso que en una época se las consideraba pitonisas. Tenían más claridad mental que el resto de los mortales, y solían decir esas frases brillantes ambiguas que son grandes verdades para todo el mundo como “ Un ejercito vencerá” ( no decia cual, y siempre acertaba) o “ En vez de tener cuatro hijos hubiera puesto un criadero de chinchillas y ganaba tiempo y dinero”. Bueno, las pitonisas griegas no sabina nada de chicnhillas, que es un roedor andino, pero seguramente dijeron en griego “ mejor criar chanchos” .

¿Sabías que en Japón están vendiendo telefonía móvil para mujeres mesntruantes, como el Mitobishi D702iF Foma que calcula los ciclos de menstruación y avisarte cuando estás en tu época más fértil., o el modelo NTT DoCoMo que calcula tu fecha de ovulación y te avisa tres días antes para que estés preparada por si estás intentando tener un bebé o quieres evitarlo a toda costa , o el CKT 6689 que lleva una agenda menstrual para que entiendas por qué sólo piensas en comer algo dulce?

¿Sabías que en Internet estan vendiendo el mazo de Tarot Oráculo de la Mujer Sagrada , que te ayuda a contactarte con tu ciclo menstrual, con cartas con imágenes que representan la ovulación, la menarca, la primera relación sexual, la concepción, el embarazo, el parto, la lactancia, la menstruación, la menopausia y todas las fases de la energía femenina creativa?

¿Sabías que hubo un grupo punk alemán llamado Blood of Menstruation ( “ Sangre de Menstruación”) que se fundó en octubre de 2005, integrado por Kiara C. Black, Chlora Viridian, Lyciel Slither y Kate Stamford, y que luego el cuarteto se convirtió en un trio y el trio en un duo, por diferencias hormonales agudas?

¿Sabías que solo los humanos, los chimpancés, oragutanes, gorilas y algunos monos menstruan, y que las gotitas de sangre de perros y gatos no son menstruación sino la sangre de la ovulación que indica que están en celo?

¿Sabías que que las amigas y parientes mujeres sincronizan sus menstruaciones, sea por proximidad física o por simpatía personal, aunque no vivan bajo el mismo techo?

Que ser mujer sea un orgullo, no una vergüenza


Vivimos sumergidos en un mundo histéricamente paradójico en todo lo que refiere a sexo. Por un lado se ensalza, se estimula, se habla de lo importante que es ejercerlo y potenciarlo, mientras que se prohibe, se oculta yu de ninguna manera se explica cómo disfrutar del sexo. Lo que queda es que todo lo que tenga que ver co sexo es sucio, nefasto y dañino. Los padres no hablan de sexo con sus hijos, pensando que al hacerlo los habiluitarian para tener sexo premarital. Los hombres son criados para vivir su sexo con orgullo comopetetitovo y las chicas para ocultarlo y sentirlo como un misterio. Limpalo y econdelo es el unico mensaje que reciben las jovencitas respesto a sus genitales. En la sociedad moderna no hay rituales ni celebraciones que festejen la llegada de la menarxca. La escuela habla e gametos y division celular, pero no habla de los que le pasa a todo el cuerpo femenino. Se espera que los padres expliquen esto. Y los padres tampoco lo explican, porque ellos tabien han vivido la sexualidad con un enorme y vergonzante silencio.
Entre tanto silencio, la menstruación es la que más sufre este coulatmiento .La Society for Menstrual Cycle Research (Sociedad para la Investigación del Ciclo Mesntrual),publicó una investigación que se hizo para ver qué opina el común de la gente de la mendtruación . Hicieron una encuesta para saber qué opinaba un grupo de gente antes dos situaciones:
- ver caer de la cartera de una dama un tampón
- ver caer de la cartera de una dama un clip para el pelo
Luego consultaron a los observadores, y comprobaron que a la misma mujer la juzgaban como desagradable e incompetente cuando se le caía un tampón, y como agradable y simpática cuando se le caía una hebilla para el pelo[1].
En los años ´40 en la Argentina la mujer trabajadora podía tomarse un día franco con goce de haberes llamado “día femenino”-“El personal femenino podrá disponer de un día en el mes por razones particulares o de fuerza mayor, sin exigencias de comprobantes.” Pero como se ve mal que te los tomes, quedó fuera de uso. Actualmente esa licencia se contempla solamente en los convenios colectivos de trabajo de ciertos gremios donde casi no hay mujeres, como el gremio de los obreros de la construcción, de fabricas de piezas aeronáuticas o de imprentas. En Japón, un descanso menstrual con jornada paga está estipulado por ley sin embargo no lo toman ni el 13% de las empleadas. Algunas feministas dicen que este permiso provoca discriminación. Entonces las mujeres deben elegir jugar según las reglas impuestas por los hombres y negar ciertos aspectos de sí mismas, o darse la cabeza contra el techo de cristal si se toman las licencias diseñadas para su conveniencia... Terminan atrapadas en la misma situación a la que se enfrentan con la maternidad: no llegan a cargos ejecutivos porque, siendo las únicas a cargo de los bebes, no pueden aceptar jornadas de 14 horas. Pero si las aceptan, descuidan a sus hijos.
Reconocer la menstruación como parte de la vida, y no de la mujer, sino de la sociedad, llevaría a que toda la sociedad se acomode al hecho de que la mitad de sus participantes tienen biologías variables donde su cuerpo queda comprometido, y esto no debería significar ni que las confinen a todas las mujeres a criara hijos y menstruara en paz, ni a fingir que están estupendas en el noveno mes de embarazo, luego del parto o en plena menstruación, fingiendo que tienen cuerpo de hombre.
Estudios sociológicos realizados a fin de los 90 indican que la sociedad toda esta volviéndose mas retrograda respecto a las condiciones de vida de las mujeres. Y aunque en los 1970 hubo cambios cruciales y logros reales de parte de movimientos feministas, los tabúes crecientes demuestran que lo que no se construye, se colapsa. Y los logros femeninos están siendo erosionados en tiempos de crisis. Cuando no hay trabajo para todos, hay mucho menos trabajo para las mujeres.
La cultura debería encontrar manera de darle tiempo y espacio a las necesidades femeninas sin castigarlas. Ningún negocio colapsaría si todas las mujeres se tomaran un día libre por mes para ellas. Que la menstruación las afecte no significa que sean ineficaces. para las que necesitan criar a sus bebés por su cuenta, esto no debería significar el destierro del campo laboral, porque hacen una favor social con su dedicación a sus hijos. Dicen que la salud de la sociedad se mide según cómo es tratada la mujer: cuál es su rol, que status tienen sus roles, cómo se la respeta. Por ahora no hay respeto hacia las mujeres. A una profesional exitosa le preguntan como ha llegado a la cima siendo madre de tres niños pequeños., A ningún varón profesional le preguntan eso. Ni siquiera se considera que el le deba un minuto de su atención a sus hijos.
Necesitamos que la mujer sea tratada de manera positiva: que una niña esté feliz de haber nacido mujer. Este es el desafío que tiene por delante la sociedad toda. Si cada aspecto femenino es tratado como un problema, un misterio, un secreto y algo que hay que ocultar, no estamos logrando que las mujercitas estén contentas de ser mujeres.
Todo este libro muestra que las niñas que han tenido charlas francas con su madre sobre la menstruación, cuando les viene, la viven con una actitud emocional mucho más positiva y menos traumática que las niñas a las que nunca se les advirtió ni explicó nada. Está clarísimo que una niña que empieza a menstruar a los 12 años en la escuela lo vivirá con un espanto que no olvidará. Hay estudios que demuestran que cada niña hereda
la actitud que tuvo su madre ante la menstruación . Y esta actitud se transmitirá a otra generación más, ya que las madres son las únicas fuentes de educación acerca de este tema.
Para que cambien las cosas, deben cambiar las creencias y las actitudes en cada una de nosotras primero, para que se produzca luego un cambio cultural en el resto de la sociedad.
Y este cambio lo tenemos que iniciar las mujeres, de manera individual, de modo tal de que transmitamos a nuestras hijas que ser mujer no es un bochorno con síntomas que hay que esconder toda la vida, sino un orgullo, enriquecido con situaciones que sólo nos pasan a nosotras .
Luchemos juntas para que ser mujer sea, además de un orgullo, un privilegio que nos de libertad.
[1] Publicado en la edicion de Noviembre de 2007 de la revista Women & Health ( Mujer y Salud).

¿Acaso se te nota?

¿A que no lo sabias?

La menstruación nos alarga la vida


Thomas Perls, director del New England Centenarian Study y profesor de medicina de la Universidad de Boston, dona más de medio litro de sangre por dia para hacer como que tienen menstruación, porque quiere vivir cien años. El esta convencido que la menstruación es responables de que las mujeres tengan casi seis veces mas chances de cumplir cien años que los hombres. Mñás del 85% de los centenarios del mundo son mujeres.
Muchos invetsigadores creian hasta hoyque el estrogeno es el causandte de la longevidad femeina, debido a que es un protector cardíaco natural. Sin embargo, para Perls el secreto yace en la menstuacion que nos libra de un excendente de hierro del cuerpo, que si no sale es respondable de que se formen radicales libres que nos envejecen.
Por eso el afierma que para vivir largos años conviene ser ligeramente anemico, no comer carne roja y donar sangre mensualmente : sólo así se llega a centenario sin ser mujer. Visto asi, la comunidad giecologica y pediatrica vienen equivocándose terriblemente desde hace decadas, suministrando a las embarazadas y a los bebés lactantes suplementos de hierro, y a los bebés lactantes, debido a que la leche matrena es pobre en hierro. Dice Perls que la naturaleza es sabi : si la leche matrena carece de hierro es porque la naturaleza nos quiere con deficiencia en hierro, porque con poco hierro nos mantenemos mas jovenes por más tiempo” Dado que el 17% de las centenarias con solteras, los investigadores comprueban que “los hombres no son una cosa muy grandiosa y conveniente para las mujeres, pero los hombres siempre precisan a una mujer cerca porque el 100% de los centenarios son casados. Una mujer que nunca se casó es psicológicamente más asertiva e independiente que la que se casó, y esas son caracteristicas psicologicas que ayudan a vivir hasta una edad elevada . Y no es que ellas no hayan tenido propuestas , sino que tenian metas mas importante que casarse” Las mujeres de 100 años son gregarias, se rien con los chicstes y no se ponen nerviosas por tonterias.

¿ Se puede disfrutar la menstruación?

Una vez por mes, la mitad de la población adulta del mundo que no está embarazada o menopáusica, pierde sangre. Es el único momento de la vida de una persona junto con el parto en que uno sangra sin estar herido.
Hace unos 5000 años, cuando las mujeres dejaron de tener sus sitios de jerarquía y pasaron a adorarse a dioses guerreros, la mujer ocupa un segundo lugar, justamente porque tiene estos procesos naturales que requieren sus tiempos propios, lo que interfiere con el pensamiento lineal, la productividad y la eficiencia, lo que se considera una enorme pérdida de tiempo. Menstruar no parecía compatible con invadir países y extraer petróleo de bases marinas.
En verdad, algo tan silvestre, espontáneo e imprevisible como la menstruación, que puede ponernos en un estado alterados y requerir que precises estricta soledad, no cuaja con los parámetros masculinos de una reunión de directorio donde cada uno tiene un turno para hablar, tomar apuntes y decisiones definitorias en un tiempo limitado y prefijado. La menstruación va en contra de toda regla civilizada, que marca tiempos fijos para que sucedan las cosas. Nuestro proceso interior es absolutamente anárquico y rebelde.
Por ende nos impulsan a ignorarlo y ocultarlo.
Y así, por meternos a las reglas de lo regulado, pautado y programado, acabamos suprimiendo el momento más creativo y espiritual del mes para muchas mujeres. Se trata de una quinientas semanas, 3500 días de inspiración y guía que arrojamos a la basura mes tras mes. Chicas: ¡qué pena!
¿No es mejor reconocer su calidad salvaje y anárquica y amoldarnos a su naturaleza orgánica, haciéndole caso a los tiempos femeninos y no masculinos?
En toda pareja, los tiempos son un tema conflictivo. Estás por salir con tu marido, y el te dice que le avises cuando estés lista, porque el se preparará en un minuto. Tu te bañas, peinas, vistes y maquillas y él sigue mirando la tele con ropa sucia. Cuando le dices “estoy lista”, él se mete en la ducha y se toma otra media hora en elegir la ropa. Tu que ya estabas lista te pones a cocinar algo, a coser un botón o te sientas en al compu a responder mensajes. Pasan dos horas y el no sale de la habitación. Vas a ver que pasa, que ya llegarán tarde a todas partes, y lo ves otra ves mirando la tele en la cama. “¿No era que estabas listo en seguida?” le preguntas. Y el responde: “Estoy listo, pero como vi que estabas en la computadora haciendo otra cosa, me acosté a esperarte…” ¿Esperarte? ¡Ni te dijo que te estaba esperando! Con esto vemos que él cree que una hora es “enseguida” y que si tu lo estas esperando, la que demora la salida eres tú. El concepto del tiempo entre hombres y mujeres es muy distinto. Y además ellos hacen esto de puro fóbicos, para no tener que salir de casa jamás. Su programa más perfecto es mirara la tele, seguido por mirara la tele, y si llueve, mirar la tele.
Entonces está claro que no van a aceptar algo tan distinto a mirar la tele como la menstruación: haces zapping y …¡ sigue ahí!


A través del ciclo menstrual las mujeres nos conectamos con los ritmos naturales, con la danza cíclica de todas las cosas. La ovulación y la menstruación reproduce en nuestro en cuerpo la historia de las estrellas pulsátiles, que crecen y se encogen, y vuelven a crecer, liberando luz y energía con cada ciclo. Llevamos una marea de energías internas similar al ciclo lunar. Midiendo el tiempo con nuestro reloj natural, profundizamos nuestra experiencia en los misterios de la vida y la muerte. Sabemos mejor que nadie que la vida es crecer, cambiar, florecer, transformarse y renacer …¡ no es tirarse en la cama a hacer zapping diciendo “yo ya estoy listo, te estoy esperando a ti”!
La sociedad machista no está dispuesta a reconocer que en esos dias a las mujeres nos pasa algo diferente. Entonces nivela para abajo, incitando a las mujeres a vivir los días de menstruación como si fueran un día más como los otros, a no percibir que nada sucede en tu cuerpo, a no ver ni oler ni sentir la sangre menstrual, a usar jeans ajustados, andar a caballo, y bailar con un vestidito de seda blanca, como si nada estuviera sucediendo. Los anticonceptivos orales anulan o falsean los ciclos naturales. Nos sentimos desgraciadas cuando se nos mancha la ropa o se nos acaban los tampones. No es de sorprenderse de que arrastremos tantos síntomas y malestares rodeando estos días. Despreciando nuestro ciclo, nos perdemos a posibilidad de valorar todo el poder femenino que nos trae cada menstruación.
Dicen muchos expertos que el rechazo a la menstruación simboliza el rechazo a la feminidad. El tabú que rodea a la menstruación produce en las mujeres la falta de autoconfianza y autoaceptación. Hablar de “síndrome premenstrual” convierte a la menstruación en una enfermedad. Tal vez cambiarían las cosas si se hablase de “la fuerza premenstrual”, “ el goce premenstrual” o hasta “ la orgía premenstrual” , y aprender a transitar estos dias aprovechando la energía que despiertan, más que padecerlos. La menstruación debería ser un período de reflexión y meditación, en el que aprovechamos la hipersensibilidad para tomar más conciencia de los colores, los sonidos, los sabores y otras sensaciones. Dicen también que durante la menstruacion se te abre el chakra cardíaco y nace una energía poderosa que no percibimos, desechamos y desperdiciamos. Al desperdiciarla se transforma en dolor, en molestias y broncas. Pero conviene estar alertas a cuando viene la menstruación para aprovechar toda la sabiduría que ella nos trae.
En vez de luchar en contra de tu menstruación , déjala fluir como una marea atraida por la luna.
Toda la sociedad nos priva de esta experiencia, porque los hombres se ponen celosos de que tengamos este ciclo tan natural y salvaje como un árbol que da sus frutos y flores.
Darle bolilla a tus necesidades durante la menstruación te harán una mujer mas en contacto contigo misma, menos enojada con tus ciclos vitales, mas en contacto con la naturaleza y más sana. No aceptar la menstruacion equivale a no aceptar un fenómeno unico. La respiración y la digestión la hacemos todos, pero la menstruación es únicamente femenina.
Dándole el espacio que merece a algo tan normal y fantástico como la menstruación, quitaremos de encima el trabajo enorme que presupone tener que ocultarla, los disimulos con nuestros hijos y hermanos, las palabras en código con nuestras compañeras, la haremos parte inseparable de nuestras vidas y un motivo de alegría y orgullo. En vez de escondernos cuando menstruamos…¡mostrémosle al mundo cómo es ser una mujer!.

¿ Por qué te molesta menstruar?


“La mujer se ocupa, mucho más eficientemente que ningún tribunal de castigarse a sí misma: se siente aterradoramente culpable”, Rosario Ferrer:


Cuestión de gustos


Algunas mujeres tienen sus períodos cada 18 días, otras cada 36 días.
Algunas sangran por dos o tres días, y otras por ocho o nueve días.
Algunas tienen períodos regulares y a otras se les adelantan, atrasan o saltean.
Algunas sangran gotitas, otras chorritos y otras coágulos de densidad variable.
Algunas no sienten nada y otras se parten de dolor.
A algunas les tranquiliza menstruar y a otras les molesta.
Algunas duermen todo el día cuando les viene, y otras tienen insomnio.
Algunas se ponene a coser, tejer y cocinar de todo, y otras rompen cosas cuando les viene .
Todo esto depende de cada una, y es perfectamente normal que suceda de manera diversa en cada mujer.
Pero en general, en una sola cosa coinciden todas: tienen muy mala opinión de su menstruación .
Hice una encuesta personal preguntando simplemente que me dijeran si la mensrtruacion les molesta, les resulta indiferente o las enorgullece . El 40% respondió “ me molesta” , y el 60% me respondió “ me resulta indiferente” , que supongo que fue la manera elegante de evitar confesar que le molesta . Lo curioso, es que preguntándole lo mismo a mujeres menopáusicas , cuando se les pregunta respondiendo en grupo tienden a decir a viva voz “ menos mal que ya no me viene” , pero interrogadas en privado confiesan , y con cierta vergüenza- que extrañan el relojito menstrual. Una me dijo , melancólica “durante años supe qué fase de la luna había sin siquiera mirar el cielo, porque me venía siempre en luna llena…y ahora ya no puedo saber qué luna hay” .
La verdad es que a la gran mayoría de las mujeres, la menstruación les duele . Con distintos gardos de dolor, pero es algo que se padece.
La mayoría lo siente como un dolor difuso, que viene en espasmos cada 5 o 10 minutos, un día antes de que les baje la sangre. El dolor puede sentirse en la espalda o solo sobre le vientre, aunque muchas lo sienten irradiado desde debajo del esternón y las costillas, cubriendo todo el abdomen , y extendiéndose en un fuerte hormigueo hasta la punta de los pies. El día en el que les viene la menstruación, el dolor deja de ser tan espasmódico y es un dolor fijo,que llegó para quedarse, especialmente centrado en el abdomen y sintiéndose como una sensación de peso, con puntadas y retortijones más aislados.
Muchas mujeres confiesan tener dolores insoportables. Otras dicen que no pueden hacer nada más que dormir y mirar la tele. Otras dicen que ni siquieran pueden dormir del dolor.
Lo curioso es que cuando comenté a muchas mujeres que lo peor son los dolores, la mayoría dice “ ¿ Quien te dijo?¡ Que exageradas! No es tan grave, te tomas un ibuprofeno y sigues adelante” . Pues bien, con anestesia hasta un parto es fácil. Pero hay mujeres que no tienen analgésicos a manos ni dinero para comprarlos. Y a los dolores los sufren mes tras mes . no con cada hijo Asi que lo que está instalado en la sociedad es que la mujer que se queja del dolor menstrual es una “ exagerada” que se queja de gusto pudiendo combatir el dolor con un medicamento. Creo que un hombre con dolor de muela jamás tiene que escuchar algo tan cruel y despiadado como “ No te quejes , tómate un analgesico, no seas exagerado”. Pero las mujeres menstruantes escuchan esas acusaciones una y otra vez , cada mes, y sufren el dolor con tal inmensa culpa que hasta fingen que no les duele nada …¡ con tald e que no las critiquen! Van a trabajar poniendo una sonrisa y haciendo como que no pasa nada , cuando siente un dolor que la parte al medio, el peso de un yunque entre las agobiadas piernas y ganas de estar solamente arropada en la cama Definitivamente, son incomprendidas hasta por ellas mismas. Muchos te dicen “ para que se vaya el dolor debes salir a caminar, hacer deporte” …Ajá , ¿ con qué piernas, si todo lo que sientes en ellas es dolor, homigueo y pesadez? Y no se trata de somatizar: el dolor, las contracciones uterinas, el hormigueo en todo el cuerpo existe, y está ahí. Con o sin ibuprofeno, no eres la misma de siempre. Te sientes distinta. Y salvo que seas masoquista, el dolor molesta.
Asi que , soñras y señores …¿ nos pueden permitir tener derecho a que nos duela y nos quejemos del dolor? ¡ Muchas gracias, qué amables! ¡ Ejem!


“¿ Dices que es algo bueno? ¿Estas bromeando?”


Hace un tiempo en Estados Unidos se hizo un estudio que demostró que a las mujeres no les agrada la menstruación, y que hasta piensan que quien dice que le agrada, miente o bromea .
Para saber de manera clara qué opinan las mujeres de la menstruación, en el año 1987 Janice Delaney, Mary Jane Lupton y Emily Toth, autoras del libro “The Curse: a Cultural History of Menstruation “ (“La maldición : una historia cultural de la menstruación”), desarrollaron un un Cuestionario de la Alegría Menstrual, como respuesta del “Cuestionario del Malestar Menstrual” que había hecho el psiquiatra Rudolf H. Moos de la Universidad de Stanford , midiendo el síndrome premenstrual, 19 años antes.
Las autoras del cuestionario “alegre” y positivo preguntaban simplemente si la menstruación: (1) te pone de buen humor, (2) te aumenta el deseo sexual; (3) te llena de intensas ganas de vivar con actividad creativa ; (4) te da espíritu revolucionario ; (5) favorece la concentración intensa; (6) te llena de sentimientos de afecto ; (7) te brinda autoconfianza ; (8) te da sensación de euforia; (9) provee creatividad, y (10) te da sentimientos de poder ..Unos estudiosos[1]examinaron la reacción de las mujeres que respondieron ese cuestionario y les preguntaron qué pensaban del cuestionario. Y supieron que el 27.5% lo vieron con incredulidad, 22.5% con sorpresa, 25% creyeron que el título era sarcástico o irónico, 12.5% lo vieron con interés, 12.5% lo encontraron divertido, 12.5% lo vieron confuso, el 5% se enfadó, el 2.5% se sintió triste y el 2,5% lo apreció. [2]En resumen: sólo una decima parte lo tomó en serio. El resto, se burló de él . Si algo prueba que la menstruación no está vista con ojos nuevos, es que el 90% de las encuestadas creyeron que ver a la menstruación como algo positivo era una broma, una tomada de pelo o un error.
Este tipo de cosas es la que nos alerta a darnos cuenta como estamos desperdiciando al sufrir y padecer durante un cuarto de nuestra vida algfo digno de ser vivido con profundidad, humor, alegría, maravillandonos de lo bien que funciona nuestro cuerpo .
Porque la menstruación tiene cosas buenas , aunque a la mayoría de las mujeres nos han enseñado a recibirla con disgusto.


[1] Siete años después, Joan Chrisler, Ingrid Johnston, Nicole Champagne y Kathleen Preston del Connecticut College publicarion un estudio llamado "Menstrual Joy: The Construct and Its Consequences", en el journal Psychology of Women Quarterly
[2] http://www.millersv.edu/~english/homepage/duncan/medfem/mmwwma.html


Morbilidad invisible
La menstruacion siempre ha sido invisible, y también innominada entre muchas culturas. Tabú entre muchos pueblos, servía de excusa para castigar a muchas mujeres con el alejamiento y gran número de prohibiciones, como las que obligaban a las mujeres a alejarse de las casas con la falacia de que su presencia durante la fase menstruante contaminaba los productos agrícolas y alteraba el crecimiento del ganado. De hecho la mayoría de mujeres hasta mediados del siglo XX, quedaban embarazadas desde la primera menstruación en la adolescencia y casi no volvían a tener la menstruación durante su vida reproductiva, porque estaban embarazadas o en período de lactancia. Debido a este hecho sólo debían presentar trastornos de la menstruación las mujeres que por provenir de clases altas o por otras circunstancias no tenían sus primeros hijos hasta después de los veinte años.
También fue un tabú en la comunicación de muchas madres e hijas.

La dismenorrea, las metrorragias o los ciclos irregulares fueron relacionados con la poca aceptación de la menstruación, antes de correlacionarla con trastornos endocrinos, o con deficiencias de nutrición. El ciclo menstrual afecta a todos los órganos y sistemas de las mujeres y sus alteraciones pueden ser un indicador del estado de salud, ya que las situaciones de estrés y patologías clínicas y subclínicas alteran su regularidad. También existen influencias de unas mujeres a otras a través de las feromonas.

La ciencia médica ha ignorado el estudio de la menstruación y sólo a mediados del siglo XX se inició el estudio del ciclo y de las hormonas hipofisarias, con el objetivo de conseguir medicamentos anticonceptivos. En cambio es muy difícil encontrar estudios que especifiquen cuales son las características normales del ciclo menstrual. De hecho han sido la investigación realizada en Suecia y Dinamarca la que ha dado las pautas de normalidad.

En esta segunda fase del ciclo y sobre todo entre los dias 17 al 23 se incrementa la secreción de varias hormonas implicadas en el metabolismo de agua corporal (renina, angiotensina, aldosterona) y se retiene liquido. En condiciones normales esta retención debería ser imperceptible, pero cuando hay exceso de estrógenos por condiciones de estrés o por exceso en el medio ambiente, o cuando disminuye la secreción de progesterona por las mismas causas, esta retención puede ser intensa y provocar un aumento de unos 2 o 3 Kilos de peso antes de la menstruación.

Pero también se producen incrementos de neurotransmisores cerebrales, desde el momento de la ovulación, de Adrenalina y Noradrenalina central y periférica, y de Beta endorfinas que están elevadas hasta tres días antes de la menstruación. Estas variaciones en condiciones normales deberían ser casi imperceptibles, pero según los niveles pueden causar cambios en el estado de ánimo y en el humor.

Implicaciones neuroendocrinas y sobre el estado de ánimo y humor

Los cambios hormonales en el sistema hipotalámico y el efecto de los estrógenos sobre el sistema noradrenérgico, dopaminérgico y receptores de serotonina, y el de la progesterona natural sobre los receptores Gaba, han demostrado que los cambios de humor y estado de ánimo durante el ciclo menstrual tienen una base neuroendocrina.
Por una parte los niveles de estrógenos colaboran en la excitabilidad del sistema nervioso pero también en estimularlo y tonificarlo ( efecto antidepresivo), y la progesterona natural tiene un efecto armonizador estimulando la sedación y el sueño, y colaborando en eliminar el exceso de líquidos, de irritabilidad y la tensión nerviosa.

Si no hay alteraciones, se puede sentir un ligero incremento de ansiedad entre los días 16 al 23 del ciclo, y un incremento de irritabilidad, tensión nerviosa, y hostilidad los cinco días anteriores a la menstruación.

La líbido (apetencia sexual) y la actividad sexual se incrementan en la primera fase del ciclo (del 6 al 12) y durante la fase ovulatoria, y disminuye en la segunda fase, con un ligero incremento durante los cinco días anteriores a la menstruación. Todos estos cambios son fisiológicos, y pasan desapercibidos para las mujeres y para los mismos profesionales, porque se han investigado en los últimos veinte años.

También existen variaciones en la acuidad de los órganos de los sentidos con un incremento de la sensibilidad de la visión, audición y tacto hasta el pico ovulatorio, y una disminución durante la segunda fase, excepto para el olfato que se incrementa desde la primera fase folicular por el efecto de los estrógenos y continúa aumentando su sensibilidad hasta el momento de la menstruación. Muchas mujeres embarazadas también relatan el incremento de la sensibilidad olfativa y son capaces de detectar la presencia de alguna fruta enmohecida aunque este a veinte metros de distancia.

Si la ovulación no se produce, o lo hace con poco estímulo por parte de la hormona luteinizante (LH) los desequilibrios en el estado de animo se agudizan y existe mayor irritabilidad, nerviosismo y tensión, y a veces ganas de llorar en los días previos a la menstruación lo que se denomina Síndrome Premenstrual. Se acompaña también de retención de líquidos, tensión mamaria y dolor en la pelvis que irradia a extremidades inferiores. También el exceso de estrógenos tiene relación con la presencia de las migrañas, cefaleas muy intensas que afectan a la mitad de la cabeza y que se presentan dos días antes o durante la menstruación. Pero como su estudio es reciente muchas de las variaciones del humor se atribuían al rechazo de las mujeres a su menstruación, o a su naturaleza “histérica”, lo que ha hecho más difícil la posibilidad de correlacionar los síntomas con alteraciones hormonales, y más invisibles las sensaciones que sentían las mujeres y que sólo se atrevían a contarse unas a otras a escondidas. Todavía actualmente muchas se ven rechazadas por los profesionales de la medicina si se atreven a explicar los síntomas relacionados con el ciclo menstrual.

Implicaciones metabólicas

Todos los sistemas metabólicos están afectados por el ciclo menstrual desde el metabolismo de lípidos, prótidos y glúcidos, hasta las células de la córnea. El estudio de la fisiología del ciclo y de sus efectos en la capacidad pulmonar, función digestiva, función excretora renal, y otros sistemas ha permitido entender la fisiopatología de muchos trastornos y estudiar posibles tratamientos.

Interacciones del estrés con el ciclo menstrual

Muchos trastornos de la menstruación pueden estar relacionados con el estrés físico o mental, tanto la oligoamenorrea (menstruaciones escasas que se presentan cada mes y medio o cada dos o tres) como las metrorragias (menstruaciones muy abundantes). De hecho estas alteraciones en las edades jóvenes se pueden considerar un indicador de las situaciones de estrés, directamente por acción de los neurotransmisores en la secreción de gonadotropinas hipofisarias, como por el efecto del estrés en la hipersecreción de prolactina.Las personas que trabajan en turnos de noche o que deben cambiar de huso horario por su trabajo, pilotos o azafatas de vuelo o barcos, sufren también trastornos del ciclo menstrual por alteraciones en la secreción de melatonina que es la hormona que produce la glándula lineal, situada en el centro de la cabeza, como resto atrofiado del tercer ojo que tenían algunos peces. La relación de la secreción de melatonina con la luz es clara, y en los países nórdicos, con pocas horas de luz en invierno, la melatonina no cesa su producción durante el día y produce alteraciones del ciclo menstrual, sobre todo ciclos alargados y con escasa menstruación.

Las consecuencias directas del estrés en los trastornos menstruales, son la hiposecreción de progesterona y las metrorragias. Pero a medio plazo se producen las anemias, o las ferropenias (deficiencia de almacenamiento de hierro). La endocrinóloga Jerylinn Prior de Vancouver también ha demostrado que las deficiencias de progesterona o las anovulaciones que se producían en las atletas, disminuían la masa ósea,en el plazo de un año. A medio plazo, la consecuencia del hiperestrogenismo será la presencia de quistes en las mamas, o mama fibroquística con a veces dolores intensos premenstruales, y tensión mamaria, y posteriormente el incremento de miomas uterinos, que se presentan sobre todo en mujeres mayores de 40 años, cuando ya declina la secreción de progesterona.


Enfermedades e interacciones ambientales que afectan al ciclo menstrual

El equilibrio del ciclo y la ovulación, además de estar influido por la nutrición, lo está también por las anemias, y las deficiencias de la reserva de hierro, por los trastornos de la función tiroidea (tanto hiper como hipotiroidismo) o por alteraciones del resto de glándulas endocrinas. Alteraciones congénitas de las glándulas suprarrenales que producen vello (hirsutismo) en la barba o en la línea media en las mujeres también alteran la armonía del ciclo y poroducen el denominado síndrome del ovario poliquístico que afecta de un 5 a un 10% de la población femenina. Este síndrome en algunos casos tiene un origen sólo ovárico. Pero las enfermedades hepáticas, renales, o las infecciones crónicas y las enfermedades auto inmunes también alterna el ciclo.

La disminución de peso afecta directamente la secreción de gonadotropinas hipofisarias. La pérdida de 2 Kg ya produce en el ciclo menstrual del mes siguiente una disminución de la fase luteínica, y si se sigue perdiendo rápidamente por debajo del Indice de Masa corporal deseable, se pierde primero la ovulación y posteriormente la menstruación. De hecho es lo que se presenta en la Anorexia Nerviosa .

Falta evidencia científica de las consecuencias sobre la salud del equilibrio menstrual y de las consecuencias a largo plazo de su abolición

La falta de estudios científicos de evidencia buena sobre las causas de los trastornos de la menstruación y el hecho de que los esfuerzos de la investigación se han centrado mas en encontrar medicación anticonceptiva que en ayudar a la regulación del ciclo. Antes de abolir lo que existe seria mejor empezar a entenderlo, ya que la intervención agresiva sin el estudio de las consecuencias a largo plazo puede causar más daños que beneficios.

Antes de que los conocimientos científicos llegaran a la mayoría de profesionales de la medicina, y a las mismas mujeres ya se realizaron intervenciones para abolir la ovulación (administración de anticonceptivos hormonales), con el objetivo liberador de planificar los embarazos, pero interviniendo agresivamente sobre el cuerpo de las mujeres sin saber las consecuencias a largo plazo.

Entre las mujeres existe todavía un gran desconocimiento de los propios cambios y de las interferencias ambientales e interpersonales; persiste y aumenta la “no armonía” con el propio cuerpo del que las mujeres se alejan con la persecución de la igualdad.



¿Cómo fue tu primera vez?





Cuando me vino me fui muy orgullosa al supermercado con dinero que me dio mi madre para que yo eligiera las toallitas que quisiera., me dio mucho lindero y compre tampones, compresas maxi anchas con alas protectoras, protectores diarios y un monton de paquetes femeninos de colores. Cuando llegue a la caja, jutos detrás de mi se instalo con su carrito un compañero mío de escuela. Y se quedó mirando mis coloridas compresas. Casi me muero. Al dia siguiente no quería ir a la la escuela, segura de que él le comentaría lo sucedido a todo el mundo.

Yo iba a la escuela en un ómnibus de transporte escolar. Un día me vino en la escuela y una compañera me dijo que estaba manchada. No sabía como limpiar la mancha, y estaba aterrada de que más gente la viera. Asi que estuve sentada toda la mañana en el aula sin moverme y cuando fue el momento de salir, no quise subir al micro escolar. Llegué a casa una hora más tarde y mi madre casi se muiere cuando le conté que regresé caminando, para que no me vieran la manchas.

Cuando le conté a mi mamá que me había venido al menstruación, me dijo “Alégrate, ya eres una mujer” . Y recuerdo que le pregunté: “¿Alegrarme? ¿Qué, es divertido?”
Me levanté por la mañana y me vi una mancha marrón en la bombacha. Corrí a avisarle a mi madre que me dijo “Ya eres una mujer”. Y yo le dije “Genial, pero… ¿por qué yo? ¿ Por qué me tiene que pasar esto a mí?”





Yo no entendía nada. El día en que me vino la menstruación por primera vez, mi mamá llamo por teléfono a mi papá, él me felicitó, mi mamá lloraba de la alegría. A la noche papa me trajo un enorme ramo de rosas y fuimos todos a cenar afuera a un restaurante lujoso. Y cuando volvimos a casa, como dejé mi toallita usada durante dos minutos en el lavatorio, mi mamá que se estaba lavando los dientes antes de dormir , me dijo “ Por favor esto arrójalo inmediatamente a la basura y no lo dejes a la vista “. Y en los messes siguientes me preguntaba al oído si me había venido, y me pedía que lavara rápido mis bombachas, que mi padre no tenía por qué enterarse de que yo estaba menstruando”

“En mi primer día de menstruación a los 12 años, vino toda mi familia a casa y me llenaron de regalos…porque a mi me dolía la panza. Al mes siguiente vinieron mis tías de visita y yo estaba nuevamente menstruando. Entonces les dije en broma “me vino otra vez…¿ no me trajeron regalos?” . Todos abrieron los ojos espantados, mi madre me llamó aparte y me reprendió diciendo que yo era una grosera, que no tenía por que andar contándole mis intimidades fisiológicas a los demás, que eso era algo secreto e íntimo,y que era de mal gusto andar hablando de ello.

Yo no entendía por qué en casa, si un rato antes todos estaban festejando que me vino por primera vez, tuvieron que humillarme tanto reprochándome luego porque manché el asiento del auto con un poco de sangre. ¡Nadie me había explicado que cada tanto tenía que cambiarme la compresa!

Cuando me vino por primera vez, mi madre me pegó un cachetazo. Me quedé helada y ella me dijo que era una costumbre judía que su madre había cumplido con ella, y su abuela con su madre. Le pregunté por qué y se encogió de hombros.Muchos años después me enteré de que la razón es despertar a una chica a su sexualidad, alertarla de que podría quedar embarazada, o algo así. Pero lo que yo creo es que la tradición obedezca a la lógica de que “así como me lo hicieron a mi, te lo hago a ti. Y que lo primero que debes saber de ser mujer es …sentirte humillada”.

Yo ya estaba esperando que me viniera., asi que entré al baño, vi una mancha en la bombacha, y salí muy tranquila diciendo “Ya me vino la menstruación”. Lo que sucedió luego fue muy loco : mi madre, mis tias y mis primas bailando a mi alrededor, felicitándome y abrazándome, llamando por teléfono a la abuela y a las otras primas, y yo parada en la puerta del baño diciendo “Por favor …¡ que alguien me dé algo para ponerme , YA!”…¡ Y nadie me daba nada!.Ellas fetesjaban y yo estaba desesperada, sintiendo que me bajaba sangre por el muslo…. Ellas de fiesta, y yo, ¡aterrada!. Yo no sabía qué ponerme para frenar el sangrado, ni dónde había toallitas femeninas, ni si éstas duran un minuto, una hora o varios días… ¡y nadie me lo explicaba! Fue espantoso: una fiesta por mí, de la que yo quedaba totalmente afuera.

Mi mamá jamás me habia avisado de nada, jamás me habla de sexo ni de cosas del cuerpo femenino, es imposible hablar de eso con ella. Yo tenía 12 años. Yo estaba de vacaciones, sola en casa con mi hermano, y mi mamá estaba trabajando. Fui al baño y vi una mancha oscura en la bombacha. Me asusté teriblemente, pesnando que me había hecho pis encima, o que me había golpeado sin querer y estaba herida, o que tenía una hemorragia interna …no sabía qué pensar . La llamé por telefono a mi mamá al trabajo y me dijo “ Ah, ya te hiciste señorita” , y cortó. Yo no sabía que hacer. Al rato me llama mi abuela y me dijo “Tu mamá me avisó que te hiciste señorita, felicitaciones”. y cortó . Revisé la casa para ver si encontraba algodón algo, pero no encontré nada porque mi mamá escondía sus toallitas para que yo no las viera. Asi que me hice un bollo de papel con medio rollo de papel higiénico, me lo puse en la bombacha y con esa pelota de papel entre las piernas fui al supermercado a comprar cuatro paquetes de toallitas femeninas. Para cuando llegó mi mamá del trabajo yo ya había usado tres, porque apenas se manchaba con una gotita una toallita la cambiaba enseguida, ya que no sabía como usarlas, y no tenía idea de cuánta sangre podían absorber sin desbordar. Creo que ese día me la pasé yendo al baño cada dos minutos. Luego le pregunté a una amiga y me explicó que ella usa de tres a cinco toallitas diarias, no más…”¡Estás matando a los árboles con ese derroche!” , me dijo .”

Jamás pude usar un tampón. Mi madre no los usa, está en contra de ellos, no sé por qué. Así que por las dudas, yo no los uso. Cuando me vino supe usar toallitas por mis amigas .,Con mi madre jamás hablé de eso .Y si no fuera por mis amigas tampoco usaria toallitas de proteccion diaria, que mi madre no usa pero mis amigas sí. Son un gasto tremendo pero detesto ver mis bombachas mojadas o con un mínimo de flujo, por poco que sea.

“Cuando me vino mi madre me dio unas toallitas gigantes. Lo juro, unas cosas cuadradas, enormes, con puntas en angulo recto. La unica manera de dismularlas eran poniendo unos vaqueros un talle más pequeños que el mio, atarme el brochecito del cierre relámpago del pantalón con una banda elástica (ya que no me cerraba en la cintura) y usar blusones largos para que no se me viera la cremallera abierta. Creo que pasé años sufriendo con eso hasta que descubri las taollitas ultrafinas”.

Eso de que mi madre me pidiera que no se enterara nadie es lo que más nerviosa me ponia, como si estuviera cometiendo algun pecado. Y aunque una no esté alterada, termina alterada de tanto andar guardando el secreto. Y acaba alterada hasta cuando está sin menstruación, por la pura culpa de ser mujer .



Hoy en día entre tratamientos hormonales y remedios, solo te duele o molesta si quieres. Pero lo que tenemos que pensar es: ¿Una quiere suprimir la menstruación por una misma o para no tenerla para no sentirse sucia, sangrante y avergonzada amnye s la sociedad?

Mi madre jamás me avisó que me vendría. Un día corrí a decirle que tenía la bombacha llena de sangre. Me dijo “eso es lo que te tiene que pasar para que puedas tener hijos”, nada más. Desde entonces creo que no es justo ser mujer.


La menstruación me pareció siempre una tranquilizadora confirmación de mi feminidad. Cuando era chica, me mandaba la parte con mi novio de tener la menstruación. Yo me sentía una especie de sacerdotisa explicándole cosas que el pobre chico – hijo único, madre reprimida- en su vida habría podido imaginar. Después me enteré de que miles de mujeres murieron en la hoguera acusadas de brujería por haber intrigado a los varones con la magia de su cuerpo, de la misma forma que yo lo intrigaba a este chico de inocentes diecisiete años. Tuve suerte de no haber nacido 300 años antes.









¿ Por qué menstruamos?



La humanidad cree que lo hacemos porque la mujer es un ser extraño con costumbres aberrantes. De hecho, elige estar enferma una vez por mes sangrando por una herida que esta justo en su vagina, cosa en extremo desagradable que provoca disgusto en los demás.
Pero la verdad es muy otra. De hecho, pudiendo estar en perpetuo estado receptivo el endometrio, armado y listo como para recibir el embrión durante todo el año hasta que una concepción tome lugar…¿ por qué se toma el trabajo de armarse y deshacerse mes tras mes?
Según la antropóloga Helen Fisher, ante todas las posibilidades biológicas factibles, la de que exista la menstruación resultó ser biológicamente la más astuta, por dos razones:
En primer lugar, seria muy costoso para el cuerpo mantener un endometrio rico en proteínas constantemente renovado a lo largo de todo un mes. Armándolo de a poco sólo para estar listo para la ovulación, el organismo femenino ahorra recursos y nutrientes.
En segundo lugar, seria también biológicamente costoso mantener el endometrio limpio y como nuevo, sin bacterias ni infecciones posibles. Armarlos desde cero cada vez garantiza su higiene absoluta. Esta teoría – lanzada en 1993 Margie Profet, una bióloga de la Universidad de California en Berkeley- afirma que la menstruación combate infecciones y limpia todo el tracto genital femenino a través de células en la sangre llamadas macrófagos que “comen” cualquier bacteria que se cruce en su camino , manteniendo el útero siempre en inmaculadas condiciones de higiene.




Pero hay otra razón por la que menstruar es un astuto sistema biológico. Y es que es el mejor ejercicio preparto que nos da la naturaleza.
Hagamos historia : en la época de los pitecantropus, nuestra abuelas andaban de rama en rama por los árboles, o en cuatro patas por el suelo, pariendo hijos que nacían desarrollados como monitos hechos y derechos, que ellas podían cargar a sus espaldas porque se aferraban a su pelambre. Cuando el clima cambió y escasearon los alimentos, no hubo más remedio que bajar de los árboles y recorrer planicies para buscar comida. No abundaban la comida y hubo que escarbar la tierra para extraer raíces, y recorrer largos tramos para encontrar algo con qué llenar la panza . Estos años de tener que caminar obligaron a las hembras tener que erguirse en dos patas, para cargar con la comida sobrante y cargar también con los críos, llevando las cosas de sitio en sitio.




La posición erguida tuvo la ventaja de tener las manos libres ( que antes servían para desplazarse) para cargar cosas y bebés. Por eso se supone que las primeras en caminar fueron las hembras, al tener que desplazarse sin que el bebé dejara de mamar Pero para poder caminar de manera erguida, se precisaba una cadera más plana. Las crestas ilíacas hacia atrás modificaron el centro de gravedad y permitieron que las hembras humanas fueran bípedas…al costo deque el canal de parto se angostara, teniendo que parir a las crías más prematuras y menos desarrolladas. Los bebés recién nacidos de hoy no han perdido el reflejo de asirse con fuerza al pelambre de mamá. Prueba quitarle tu dedo del puño cerrado mientras duermen, a ver si puedes. Pero el parto se ha dificultado por caminar en dos patas. Por eso,para llegar entrenada al parto, hay que practicarlo durante toda la vida . En la menstruación, el útero hace movimientos espasmódicos y ondulantes para expeler el endometrio, idénticos a las contracciones de parto, aunque a pequeña escala. Nos puede doler y molestar, pero piensa que es un precalentamiento previo para cuando vivas un parto. Es más, durante el mismo embarazo puede haber pequeñas contracciones mucho antes del noveno mes. Estas contracciones asustan mucho a algunas mamás , pero no son más que contracciones de precalentamiento llamadas de Braxton Hicks ( nombre del médico inglés que las descubrió en 1872) que sirven para poner el útero en forma , preparándolo para el gran día. Muchos médicos recetan antiespasmódicos para quitártelas, pero si no hay riesgo de parto prematuro, deberías dejar que sucedan. Si piensas ser mamá, piensa con cada menstruación que el dolor es la manera que tiene tu útero de ensayar los movimientos necesarios para que suceda del parto. El parto es un proceso bastante rápido , que no duele tanto como las contracciones previas para expulsar al bebe del cuerpo. Tampoco se sabe qué es lo que dispara en el organismo femenino la orden de decir “el bebe ya debe salir, empujémoslo afuera”. Pero las contracciones uterinas preparto – que a veces se extienden por 12 horas – son idénticas a las menstruales, multiplicadas por diez, porque el tamaño del útero es diez veces mayor para contener al bebé. Lo bueno es que si ya has tenido dolores menstruales, el parto no te asustará, sino que te resultará una vieja sensación conocida.
Eso sí , cuando salga el bebé, no digas : “¡ Oia, un coágulo con ojitos!”






Las culpa es de las hormonas

Sociedad
Confirmado: la culpa es de las hormonas
Estudios científicos postulan que existe una relación entre las fases del período del ciclo femenino y la obsesión por hacer las compras
Sábado 21 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa.
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Evangelina Himitian
LA NACION


Podría ser un excelente argumento para ser usado el día en que el resumen de la tarjeta de crédito se desliza por debajo de la puerta provocando la discordia familiar: "No soy yo, querido? fueron las hormonas". Habrá que estar preparado después para lo que venga. De todas formas, este planteo tiene sustento científico (alegar esto sólo echaría más leña al fuego), ya que diversos estudios impulsados por académicos de universidades en distintas partes del mundo y también por consultoras especializadas en consumo indican que existe una relación causal entre aquello que las mujeres compran y lo que les pasa a sus hormonas.

Sí, aunque suene a pretexto. "Las hormonas rigen muchos de nuestros impulsos. Durante las distintas fases del período de la mujer, su cuerpo experimenta variantes emocionales, producto de los cambios hormonales. Antes de la ovulación, el cuerpo se prepara, está expectante. Después, a causa del cambio hormonal, se produce una sensación de pérdida que hace que la mujer se sienta menos confortable, justamente, durante su menstruación", explica el investigador del Conicet y profesor titular de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Juan Carlos Calvo, que acaba de presentar su libro Qué porquería las hormonas, un intento por acercar el conocimiento científico a la sociedad.

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, señalan que las mujeres compran y usan ropa sexy los días del mes en los que estaban ovulando. Todo esto lo hacen en forma inconsciente y, según los investigadores, para competir o impresionar no a los hombres, sino a otras mujeres, a quienes en esos días consideran como rivales, según explicó Kristina Durante, impulsora de la investigación.

Este grupo de investigadores se propuso justamente averiguar cómo los factores hormonales influían en la decisión de compra de las mujeres. Los resultados fueron publicados por el Journal of Consumers Research.

No fueron los únicos dedicados a investigar si existía relación entre estas variables. También un grupo de psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, investigó el tema y trazó una relación entre un desajuste hormonal que se produce unos diez días antes de la menstruación y la compra a veces compulsiva de ropa u objetos cuya percepción cambia unos días más tarde.

Esto es, en esos días, según los investigadores británicos, las mujeres se sienten tentadas a comprar cosas que en muchas ocasiones no necesitan y que, al poco tiempo, cuando las hormonas se acomodan, dejarán de gustarles.

¿Cómo se llega a esa conclusión? El 65 por ciento de las 450 mujeres de entre 18 y 50 años entrevistadas reconoció que diez días antes de estar indispuestas compraron "objetos innecesarios" y que, para ello, habían destinado entre 40 y 400 dólares.

Las estadísticas de indumentaria señalan que los argentinos son grandes consumidores de ropa: cada año se compran unos 7 kg de prendas per cápita. La última encuesta de gasto de los hogares que hizo el Indec señala que los argentinos usan el 8,3% de su presupuesto personal en indumentaria: entre ropa y calzados. Si se compara con otros rubros, surge que se gasta más en vestimenta que en equipamiento y funcionamiento del hogar (7,2%) e, incluso, que en salud (7,6%) y esparcimiento (8,2 por ciento).

En total, en toda su vida, las mujeres pasan unos ocho años haciendo compras, según otro estudio del sitio web OnePoll. Los investigadores realizaron el cálculo sobre la base de vida de una mujer que a sus 63 años habrá gastado (diría un hombre) o invertido (diría ella) 25.184 horas y 53 minutos (1049 días completos) de compras.

Pero no todo es para las mujeres. Estas dedican casi el mismo tiempo para comprar ropa que comida: hasta 100 horas al año destinan a renovar el armario contra 94 para mantener llena la heladera. Otra de las actividades en la que más tiempo invierten es en mirar vidrieras. Hasta 51 veces al año se paran vidrio de por medio delante del objeto de deseo, actividad que les insume unas 49 horas al año.

Podría decirse que esta explicación de por qué el tema hormonal incide en la compra es un planteo demasiado machista, que las mujeres compran ropa porque aman la ropa y punto. Esto también es cierto: según otro estudio, hecho por la empresa Unilever, para el 61 por ciento de las mujeres perder su prenda favorita es mucho más traumático que un mes de abstinencia sexual. Es más: la mayoría de las mujeres dejaría de mantener relaciones sexuales durante 15 meses si, al finalizar ese período, se encontraran con un armario repleto de ropa nueva. Incluso, un dos por ciento de las encuestadas asumiría sin problemas tres años de abstinencia si se encontraran con la misma recompensa.

QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS SOBRE LAS MUJERES Y SUS HÁBITOS
65%

Reconoció que 10 días antes de estar indispuestas compraron objetos "innecesarios"

7Kg

De ropa per cápita se compran cada año

8,3%

De presuesto personal en indumentaria

EN VOZ ALTA
Talles grandes que no se usan
"Nunca lo había pensado de esta manera, pero ahora ya encontré la razón por la cual muchas veces me compro remeras talle 2 y, cuando las vuelvo a usar, me quedan grandes. Es que en ese momento [por el ciclo menstrual], con la panza hinchada y anímicamente inestable, se ve que me siento más cómoda. Hace unos 15 días, me compré un solerito negro, divino, pero talle 2... Pasaron unos días, me lo puse para un baustismo y ya me lo veía raro. Y ahí está, trato de no mirarlo mucho porque me acuerdo de los 458 pesos que tengo que pagar y ¡me quiero morir!"

Mariela Novoa


Trajes de baño en plena ovulación
"Me cuesta relacionar el tema de las fechas, pero, si trato de analizar el momento en que compulsivamente salgo a comprar ropa, recuerdo que un verano, cuando estaba buscando quedar embarazada y entonces controlaba el ciclo de ovulación, salí a comprar trajes de baño. Compré varios modelos, algunos que jamás me hubiera comprado en otro momento, pero lo extraño fue que nunca me arrepentí de la compra. Tal vez sea cierto, todo es una cuestión hormonal. No lo había pensado así. Más bien creo que siempre es buen momento para gastar plata en ropa."

Martina Aguis


Hambre de salir y volver con bolsas
"La verdad no tengo presente las compras que hice estando indispuesta porque no me acuerdo ni lo que hice ayer. Pero intuitivamente (y no porque relacione con las fechas) creo que es posible que exista esa relación de las compras con los ciclos o las hormonas. En esos días, son varias las emociones que se acrecientan. Cuando una está indispuesta tiene más ganas de comer, más sueño, más sensibilidad, ¿por qué no podría haber más ganas de comprar? Creo que está bien que una esté dispuesta a gastar dinero en lo que sea y volver llena de bolsas."

Angélica Mazaira


La arrepentida que cambia
"Las hormonas son malas consejeras. Por regla general, evito salir de shopping estando en esos días, pero mi avidez por conseguir algo nuevo para mostrar hace que vidriera por la que pase, vidriera que me quedo mirando. Y de tanto mirar, algo termino comprando. El problema es que como estoy hinchada y me siento horrible no me lo pruebo, lo mido a ojo y me lo llevo. Pero, cuando llego a casa, jamás me queda bien. Entonces, espero que pasen esos días, voy al local, y lo cambio. Por supuesto, con una pasada obligada por el probador".

María Bottinelli

¿ Protegidas por toallitas?

Protección con alas…y sin ángel

¿Como vivían la menstruación las mujeres de todos los tiempos?
¿Se cuidaba de mancharse, o dejan que la sangre les pintara los muslos? ¿Cuidaban su ropa o la lavaban?
A lo largo de la historia las mujeres se las han ingeniados de muchas maneras en los momentos de la menstruacion. El mas frecuente fue hacer lo mismo que harías tu si están en una isla desierta sn toallitas: o te quedas sentada en el mismo sitio, esperando que todo caiga en el mismo lugar, o dejas care la sangre al suelo. Muchas mujeres usaban faldas largas sin nada abajo, y abrian las piernas al sentir bajar la sangre, para que cayera al suelo. Otras usaban taparrabos sujetando elementos absorbentes naturales de todo tipo. Todo lo que absorbiera algo servia: musgos, líquenes, pasto seco, hojas, tallos secos, pulpa de fruta deshidratas, tejidos, esponjas y trapos. Lo que mas se usó fueron trapos gruesos, motivo por el cual en inglés a la menstruación se le llama, despectivamente, “ to be on the rags” ( “estar con los trapos”).
En los años ´40, las madres les daban sus hijas unas toallas pequeñas de algodón, diciéndoles “ponte esto, y cuando se manche, lávalo y ponte otro”.
En los años ´50 se usó una especie de cinturón elástico que sostenía a esa toalla con broches entre el pubis y la cola, como la cincha de un caballo sujeta la silla de montar.
En los ´60 , las madres empezaron a darles a sus hijas las toallitas Modess ( ¿ modestas?) que usaban ellas, Pero en vez de darle el paquete, muchas les suministraban las toallas de a una, como para controlar cuantas veces se las cambiaba su hija .
En los ´70 aparecieron los tampones de rayón comprimido y una enorme variedad de compresas de fibra de celulosa prensada dentro de una bolsa absorbente , con o sin alas protectoras , con o sin adhesivos que nunca se adhieren a nada, que son la miriada de protectores femeinso con los que contamos hoy .
La menstruación se ha convertido en un negocio en el cual la industria nos invade con productos diseñados a ocultar las inseguridades femeninas. Y como las inseguras consumen más, a la industria le conviene aumentar los temores femeninos, convenciéndonos de que la mejor menstruación es la que nunca viene, y que si viene es mejor no sentirla, y que su inevitable llegada, duración y final deben pasar lo más desapercibidas posible. Toda la propaganda en tono a productos femeninos hace hincapié en que esta es motivo de vergüenza, y que es humillante que te suceda, Entonces te hablan de “discreción”,“Sólo tú sabrás para que sirven”, “no se ve ni se siente” , “ un secreto que compartimos contigo”, “nadie sabrá que tienes el período”
La industria de la higiene femenina siempre fue una mina de oro. En 1995, los tampones Tampax redujeron las unidades por caja de 40 a 32 y aumentaron el precio de cada caja[1]. Las mujeres lo siguieron comprando: so una clientela cautiva de media humanidad de clientes fijos rehenes de los productos que quieran vendernos al precios que Kimberly-Clark, Procter & Gamble y Johnson & Johnson decidan. No contentos con que una mujer acabe comprando unas 17.000 comprensas o un total de 11.400 tampones a lo largo de su vida fértil, estas empresas nos quieren vender toallitas para usar cotidianamente, de modo tal de que tengamos proteccion diaria aún fuera de la menstruación… ¿proteger nuestras vulvas? ¿protegerlas de qué? ¿De tomar aire fresco? A mi esas toallitas diarias siempre me parecieron una solución para mujeres vagabundas de las que duermen en la calle y no tienen dónde lavarse la bombacha. Aparte de eso, lo única proteccion que otorgan es a los mismos fabricantes, que llenan sus arcas de dinero a costa de nuestro complejo femenino de estar húmedas por abajo.
Tan denostada esta la menstruación , que los mismos productos usados para “esos días” siempre se cuidaron muy bien de mencionarla, como si fuera una situación irregular, enferma y maléfica . Los anuncios de toallitas y analgésicos femeninos hablan de “esos días”, “libertad total”, “el confort de tu intimidad”, “para que seas una mujer total”, “para que ni se te note” ,“para que te sientas fresca y cómoda”, indicando que te pasa algo tremendo, que más vale ni mencionar. Ni siquiera lo mencionan con un eufemismo.
Un niño o una persona de otro planeta que viera un estante de supermercado repleto de paquetes de tampones y toallitas femeninas no tendría manera de saber para que sirven esos paquetes tan vistosos. Llevan escritas las palabras“discreción”, “invisibilidad” y “protección total”, por lo cual uno podría pensar que contienen armas, o algo que útil para la mafia. Los que hablan de “comodidad”, “frescura” y de “evitar sensación de calor y humedad”, los hacen ver como dispositivos de emergencia para usar en caso de que te caigas en un pozo.
De 1948 hasta bien avanzada la década del ´70, las campaña publicitaria de las pioneras toallitas Modess de Johnson y Johnson era "Modess…because." ( Modess…porque…”) sin seguir la oración, lo que indicaba clarísimo todo el sentimiento mundial acerca de la menstruación: algo que no puede mencionarse, y sobre lo que nos e habla ni se explica.
Las toallitas “Siempre Libre” tienen un nombre que infiere que no tener la menstruación es ser libre y tenerla te esclava. Su envase promete “ protección a toda prueba” , de “ neutralizador de olores”, de con alas que envuelven tu ropa intima manteniendo la toalla firme en su lugar,” ayudando a prevenir desbordes laterals” , “ suave con tu piel”, absorbe rápidamente el flujo manteniéndolo lejos del contacto con tu cuerpo” …¿ lejos del contacto? ¿Es que hay mujeres que menstrúan ácido nítrico o aceite hirviendo?
Las toallitas intimas Lips dicen que retienen el flujo dentro de la compresa evitando que entre en contacto con tu piel.Y que te ayudan a prevenir desbordes. Tienen razón: una ya sabe que una mujer con desbordes se divierte demasiado, y cuando sabe lo que es bueno nunca mas quiere volver a casa a limpiar la cocina. ¡Cuidémosla de semenjante riesgo!
Las Carefree Ultra dicen que te ofrece todo tipo de protección, parece que hasta de ladrones y mosquitos. También dice que evitan la sensación de calor y humedad, logrando que sientas que si usas esas toallitas, pasaes a hibernar tu vulva como un cadáver congelado a lo Walt Disney o un oso polar. ¿Calor? ¿Quien quiere mujeres acaloradas? ¡Las mujeres tienen que estar congeladas, frígidas, duras de frío!
Carefree dice en su promoción que la vida está llena de cosas que quieres experimentar y para disfrutarlas necesitas sentirte fresca y libre. O sea que la mujer menstruando no vive, porque se siente rancia, sucia y presa.
Las toallistas Day´s dicen que usarlas te permite seguir tu ritmo habitual ( si no las usas, quedas postrada en cama) y que te permite ser tú misma ( la mensrruacion te convierte en un monstruo, ¿ recuerdas?). Con lo que se infiere que una mujer real y autentica no es la que está menstruando.
Es triste que los protectores diarios te ofrezcan protección diaria, protección superior y protección intensa: lo que antes te daba un marido, ahora te lo da una compresa femenina. Evidentemente, a las mujeres, como a los jubilados, nos quieren conformar cada vez con menos.
Todas las comprensas insisten en que la ventaja mayor es su discreción, de modo tal de que nadie jamás se entere de que menstrúas…¡Qué horror: podría saberse que eres una mujer en perfecto funcionamiento!
Pero como la consigna mundial es ocultar la menstruación, las toallitas vienen en “sobres individuales prácticos y discretos” o en sobres de colores vivos “para que nadie sepa que lo que sacas de tu bolso son toallitas femeninas”. Sinceramente, pareciera que queda mejor sacar del bolso una ametralladora, antes que una compresita femenina que luzca como tal.
Los tampones fueron inventados en 1930, como producto del fin de la era victoriana, diseñado para mujeres modernas de la era post industrial. Empezaron viniendo con aplicador de cartón, y luego con explicaciones de cómo insertártelo tú misma con el dedo. Como gran descripción de qué se trata, los tampones OB dicen “canales más largos para su máxima protección”… ¡Como si las mujeres fueramos Holanda, que necesitamos canales más largos para no hundirnos?
La caja también dice en inglés “Feel better protected” ( Siéntete más protegida”) como si con solo colocarte un tampón estuvieras a salvo de jaurías de perros rabiosos, matones con cachiporras y asaltos a mano armada.
La palabra menstruación solo aparece en las cajas de tampones OB en de una letra inferior a la mínima legal que se autoriza en el país, de 0,6mm, por ende, casi invisible.
Eso es lo que quieren para las mujeres: que procures estar protegida y sin desbordes de ningún tipo. ¡Qué vida tan aburrida!

De un paquete de taollitas femeninas chinas “ Genitales Felices”:
Manual de la usuaria de los genitales felices
Los genitales femeninos deben estar siempre forrados de pasta de celulosa cubierta de polimeros de rayon de color blanco o rosa pastel. Que es lo único en la vida que te permite ser tú misma.
Las toallitas con gel son lo mejor para tus genitales, que no están capacitados para producir su propio gel protector contra desbordes.
Los genitales felices ni se enteran de que están menstruando : creen que es jugo de frambuesas.
Tus genitales estarán alegres si los conservas con aroma a rosas, violetas o jazmines, que en realidad es como huelen las plantas angiospermas, quehuelen asi para atraer a los insectos polinizadores como abejas y moscardones. O sea que en verdad tus genitales deben tener un aroma adecuado como para atraer a abejas y moscardones. .
Es importante que tus genitales estén protegidos por canales extra anchos, o se inundarán zonas circundantes como el culo, tu peinado, los pulmones de tu perro y el dormitorio de tu suegra.
Los genitales sin alas protectoras corren el terrible riesgo de sufrir aterrizajes de emergencia que podrían ser fatales.
Las bandas autoadhesivas de las toallitas femeninas impiden que tus genitales escapen corriendo lejos de ellas, y obligándolos a estar frescos y felices en su lugar.
Las toallitas de doble espesor para tu seguridad logran que el medio ambiente no se contamine con las temibles sustancias tóxicas que puedan emitir tus genitales.
Los genitales felices usan toallitas “ extra frescura” que evitan el calentamiento global, impidiendo el derretimiento de los glaciares mientras menstrúas.
Las toallitas protectoras no sólo te protegen de los efluvios menstruales malignos . Tambien evitan que te pinches si te sientas sobre una tachuela .
Conservarás tus genitales felices si los mantienes secos y frescos, sin humedades ni temperaturas mayores a 37 grados, lo que generalmente se logra después de tu fallecimiento.


[1] The Curse : Confronting the Last Unmentionable Taboo, Menstruation by Karen Houppert. Copyright © 1999.





Algo huele mal


Los productos femeninos nos hablan también de “control de olores”, como si una mujer menstruando emanara aroma a zorrino. Aunque hay quien dice en la web que la vulva huele a caléndula, dice Eve Ensler que la vulva no huele a olores, ni a campos frescos ni a frutos tropicales, ni las mujeres queremos que nadie nos diga que huele asi. La vulva huele a carne de mujer, del mismo modo que una boca huele a boca , sin que a nadie le de asco porque no huele a rosas . No tiene mal olor, ni olor fuerte. Lo mismos sucede con la menstruación : no huele a nada . Pero si le pegas la nariz. como mucho, huele solo a sangre, a carne fresca, a óxido, a herrumbre, debido al hierro que contiene la hemoglobina de los glóbulos rojos, que son rojos porque es el color del hierro, y por eso la sangre es roja. Pero si no le pones la nariz encima, la sangre no huele, y muchísimo menos su aroma es perceptible para terceros.¿ O acaso alguna vez escuchaste que donde hay un herido alguien diga“¿Quién está sangrando, que no se aguanta el olor?”.La sangre no huele. Y menos la menstrual, que en diversos experimentos se ha demostrado que no atrae ni a los tiburones, y eso que tienen finísimo olfato[1].
Karen Houppert, autora del libro “The Curse”cuenta que la menstruación jamás se estudia formalmente.En toda la historia no hay estudios ni trabajos de campo sobre el tema[2], excepto una encuesta telefónica pedida por Tampax en 1981[3] que mostró la alarmante opinión negativa de toda la población americana hacia la menstruación. Mas de un cuarto de los encuestados opinaron que la mujer no funciona bien en el trabajo mientras menstrúa, el 8 % (14 millones de encuestados) dijo que las mujeres deberían aislarse durante su período, 35% dijo que la menstruación le quita a la mujer la capacidad de pensar, 30% dijo que ella deberia interrumpir sus actividades mientras menstrúa, 27% dijo que lucen distinto, el 50% dijo que no deberían tener relaciones sexuales, 22% dijo que nadir les hace mal, 75% dijo que las mujeres no deberian mencionar sus periodos en el trabajo ni en situaciones sociales ( ni squiera comentarios sobre Dolores), 35% dijo que las mujeres deberían ocultar su menstruación asus parientes, ocultando toallitas) , el 43% de las mujeres dijo tener sentimientos negativos respecto a su menstruación…¡y el 49 % de los encuestados dijeron que las mujeres huelen distinto cuando menstrúan!
Las mujeres tenemos tres veces más olfato que un varón. Ellos solo sienten el olor a carne asada y allá van… a comérsela .Nosotras en cambio, distinguimos a un hijo del otro con los ojos cerrados, e identificamos de quien es la ropa que vemos por la casa por su olor, sabemos qué hijo se lavó los dientes y cuál otro no, y con quién estuvo nuestro marido, por el perfume impregnando en su ropa. Las mujeres somos como sabuesos. Siendo todas así, nunca supe de una mujer que pueda detectar que otra está menstruando por su olor menstrual. Y si una mujer no puede detectarlo, un hombre menos. O sea que la menstruación no tiene olor perceptible. Entonces, si nadie detecta ningún olor, ¿para que nos quieren hacer comprar un control de olores, cuando no hay ningún olor? Solo para culpabilizarnos y justificar los altísimos precios de las compresas descartables.
Por otra parte aún si hubiera olor… ¿por qué ocultarlo? Casi sería mejor que emitieramos un olor que impulse al otro a no contradecirnos y a traernos una buena porción de brownie con helado de chocolate.


[1] En las costas de Australia circuló en una época el rumor de que las bañistas menstruando atraían tiburones, pero fue desmentido al ver que los escualos ignoraban diversos cebos de tampones usados.
[2] Salvo una vez que el National Institute of Health's Office of Women's Health (Salud de la Mujer del Instituto Nacional de Salud) de Estados Unidos llevaba a responder una pregunta: ·¿la mujer es apta para el combate? ( dijeron que el resultado fue que sí, porque necesitaban reclutas)
[3] Pedida a la compañía Research & Forecasts, Inc. Tampax envió los resultados a la Society for Menstrual Cycle Research y a labiblioteca del Consejo de Educacion de Estados Unidos, donde la autora tuvo acceso.

Excusas elegantes por si te descubren compresas femeninas asomando del bolso

“ Descubrí que esto es genial para limpiar el parabrisas del auto” “ La mojo en agua helada, me la pongo sobre los ojos y me descansa la vista” “ Las llevo encima para limpiar donde mi gato hace pipí” “ Son lo mejor para lustrarme las botas” “ Limpio con esto la mesa si se derraman bebidas” “Me los pego en las orejas cuando hace mucho frio, y no sabés cómo abrigan” “Yo las uso en las orejas para amortiguar los ruidos” “ Llevo una toallita empapada en agua fria que me pego en la nuca y no sabes cómo te refresca cuando hace calor” “Sólo las llevo encima para sacarme el maquillaje” “Cuando quiero vaciar la pecera de mis pececito, le hecho tres de estas y ya está” “Es para embromar a mis amigos: se las pongo en el gin tonic y cuando quieren darse cuenta, el vaso está vacío” “Las uso para secarme las manos. Es más chica que una toalla y seca más” “No estoy menstruando. Las llevo para fingir que estoy menstruando si no tengo ganas de sexo” “ Las uso para lustrar metales. Absorben más limpiametales que un trapo y son descartables” “ Las llevo para fingir que aún estoy menstruando a mis 78 años …¡me hacen sentir joven!”

¡A mí ni me la nombres!

Llega un momento en que el silencio es traición” Del discurso de Martin Luther King en Riverside Church, New York 4 de Abril de 1967

“Cada veintiocho días me siento, cielo abajo, piernas adentro, tan habitada, tan ocupada por ese ser que siento tan otra y es, no obstante, la que más me frecuenta, la que dicta mis pasos en orden al sentir, la que dirige mi voluntad más imperiosa, más necesitada, más desesperadamente codiciosa en la ternura, la que me invita a ser esa otra que que me tiene cada vez más emboscada, en alerta siempre, roja alerta que deja, intenso, su rastro de materia desprendida sobre lo que voy siendo.Tan habitada me siento que no sé si hablo desde dentro de la sangre en tumulto, ni quién observa a la otra, ni que otra soy yo”
Chantal Maillard. “Filosofía en los días críticos”.

¿“Menstruación” es una mala palabra?

¿Cuanto tiempo de su vida una mujer está menstruando?
Suponiendo que te empiece a los 12 y se te vaya a los 60, vas a menstruar 13 veces por año durante 50 años, unas 650 veces en total, si no tenés hijos. Si los tenés, tenes que quitarle unas 12 o 15 menstruaciones, dependiendo de que amamantes al bebé en cuyo caso la mensruación te vuelve al mes o dos meses que dejás de amamantarlo.
Si juntamos todas las menstruaciones de una mujer desde la menarca a la menopausia sin parar, una mujer sana menstrúa durante diez años de su vida, dependiendo de la cantidad de hijos que tenga.Eso significa que la menstruación cubre casi un quinto de nuestra vida reproductiva. Y eso significa que cada vez que te molesta que te venga, te está arruinando un quinto de tu vida reproductova y diez años enteros de tu vida.
Como su nombre lo indica la regla es una regla, no una excepción. Entonces, ¿por qué vivirla como si fuera una rareza o una disfunción, cuando no lo es?
Es un proceso fisiológico natural, el proceso que más fehacientemente te hace mujer.
Sin embargo, la mayoría de las mujeres la viven como un castigo.
¿Por qué? Ni siquiera en la Biblia Dios castiga a la mujer con menstruaciones:el castigo bíblico era parir a los hijos con dolor, no menstruar con dolor. ¿Y entonces? ¿Porque tanto tabú por un poco de sangre?
Alguna gente me ha dicho “ya no es tanto tabú, ahora se puede hablar del tema “¿ Ah, si? ¿Donde? Las menstruaciones no aparecen en libros ni en revistas que no traten patologías femeninas. En ninguna película las protagonistas menstrúan jamás. Tampoco se habla de ella en la vida cotidiana, ni siquiera entre madre e hija, entre hermanas, entre amigas ni entre colegas.Si lo hablan, siempre es en voz bien baja. Y es un tema absolutamente vedado para hablar con hombres.
Se trata de hacer como si no existiera la menstruación. Las adolescentes no intercambian experiencias ni opiniones acerca de la menstruación ni entre ellas mismas y por eso mismo siguen arrastrando temores, supersticiones y mitos ancestrales, como que mejor no bañarse estando con la menstruación, que no conviene lavarse la cabeza porque “el agua corta la menstruación”, o que la mujer menstruando corta la mayonesa (como la embarazada, vaya mito contra los dignos de fertilidad). Y, lo más importante que nos dejan en claro es …¡que nadie sepa que están con la regla!.
Para investigar este tema fui a la biblioteca, para saber si ya había algo escrito al respecto. El empleado era un hombre joven, de camiseta negra y arito en la oreja. Por un instante pensé en regresar cuando hubiera una bibliotecaria mujer. Pero me negué a tomar también yo una actitud prejuiciosa al hablar del tema con un hombre, por lo cual lo encaré. Le iba a decir la palabra…pero no pude. No me salía decirle “¿Tienes libros sobre menstruación?”. Había gente detrás de mí, y no quería shockear a nadie. Así que le dije
- Buenos días , necesito material acerca de sexualidad femenina …
- El sector de novelas románticas en el tercer panel, a su derecha.
- Los siento, me expresé mal: lo que preciso es investigar sobre salud femenina.
- Libros de medicina, al fondo a la izquierda- me dijo
- Quiero decir… Preciso saber si tienen algo de higiene femenina.
- Si le sirve, le traigo “La historia del jabón”. – dijo sin mirarme, buscando en un fichero.
- No: preciso algo que hable acerca de la regla.
- ¿Matemáticas?, quinto panel abajo…
- No hablo de matemáticas…hablo de las otras reglas, las femeninas….
- ¡Ah, reglas de convivencia! Libros de Educación, atrás a la izquierda.
- No, eso no. – dije suspirando - Estoy investigando sobre el período….
- ¿Cretácico, triásico, jurásico…? Geología está en …
- No, eso no…el otro período…
- ¡Ah, está hablando de Física! ¿El período del péndulo?
- No, el período de las mujeres.
- Lo siento, el único que habló del período del péndulo fue un hombre. Ya le traigo “El Péndulo de Foucault”, de Umberto Eco.
Al pobre muchacho ni le entraba en la cabeza que alguien le pidiera algo sobre menstruación.Decidí buscar en las librerías atendidas por mujeres. Me dijeron que sobre ese tema no hay nada más que “Monólogos de la Vagina”, de Eve Ensler, pero que no lo tienen, y que mejor lo consiga en video. Fui entonces a un videoclub, ilusionada por ver cómo haría Ensler para hacer hablar a su vagina. Pero su vagina no hablaba, ni contaba intimidades sexuales. La que hablaba era su boca, que tampoco hablaba de menstruación. Regresé entonces al videoclub. ¡No podía ser que no hubiera nada sobre menstruaciones! Busqué películas que llevaran “sangre” en el título. Pero eran todas de terror o guerra. Por ejemplo, alquilé una que parecia referirse a la menarca, llamada “First Blood”(“Primera Sangre”). Pero era una de acción y tiros con Silvester Stallone. El título menciona a la primera sangre que da por acabado un duelo, en donde la regla es que “el primero que sangra es el que pierde”.En el duelo de la vida, la primera que sangra es la mujer. ¡Ajá, con razón siempre perdemos!

En Estados Unidos hay muchos libros sobre la menstruación. Se animan a publicarlos en inglés porque es un idioma que nadie entiende.Así que para escribir este libro tuve que sostener largas charlas en privado con mujeres que rompieron el tabú para confesarme lo que jamás habían hablado con sus madres ni con sus mejores amigas. Estudié libros de ginecología. Hurgué en la web con la perserverancia de un buscador de perlas: Hice un salto con garrocha por encima de prejuicios milenarios para encontrar respuestas que echen luz a un tema que sigue demasiado oscuro.
Por fin, creo saber por qué la menstruación sigue siendo un tema terrible y temible, que hay que ocultar. Y creo que saber por qué tanto lío con este asunto nos alivia y reconcilia a todas con el hecho de ser mujer. Y hasta acabas sintiéndote orgullosa de lo que antes te avergonzaba.
La menstruación es un proceso fisiologico único y fascinante, que no dura toda la vida y que por eso mismo está para ser disfrutado día a día....jamás sufrido.



¿Por qué la menstruación es tabú?

¿Sabes lo que significa la palabra “tabú”?
“Tabú” es una conducta, actividad o costumbre prohibida, sagrada, consagrada o respetada por un grupo social determinado.Dice Sigmund Freud que es algo inquietante, peligroso, prohibido e impuro que despierta un temor sagrado.[1]
“Tabú” es una palabra derivada del polinesio tapu y que significa "señal muy fuerte". Pero hay expertos que dicen que “tapua” en polinesio significa “menstruación”….¡que por cierto es una señal fuerte!
Lo que es tabú está prohibido desde hace tanto tiempo que – aunque no se sabe bien por qué-se respeta a rajatabla, cuando la prohibición ya perdió el sentido de ser. Por ejemplo, entre los musulmanes y judíos es tabú comer carne de cerdo. La razón es que se sabía antiguamente que los cerdos transmitían la triquinosis. Por eso aún hoy, teniendo acceso a cerdos sanos, en estos grupos humanos su carne se considera insalubre.
En nuestra sociedad, la menstruación y la sangre menstrual es un tabú tan fuerte, que impide que se hable de ella en todas las culturas menos la inglesa, dado que fue Carlos, el Principe de Gales que le dijo telefónicamente a su amante Camilla Parker Bowles “Quisiera ser tu tampón”.
Los tabúes existen para controlar cosas consideradas poderosas. La capacidad de las mujeres de sangrar sin heridas, a un ritmo predecible, junto con los ciclos de la luna, combinada con la capacidad de dar vida a un nuevo ser, han sido consideradas capacidades mágicas durante siglos y desde el que el hombre comenzó a ver con qué emborracharse.
Las mujeres fueron adoradas, endiosadas, temidas y enviadas debido a su capacidad especial de menstruar. Y por eso se desarrollaron fuertes tabúes para proteger a la sociedad del increíble poder adjudicado a la menstruación. Poder no le falta: si estás menstruando es que puedes dar vida, ¿y no es esa acaso la mayor demostración de poder?
Así como las sociedades primitivas le conferían poderes mágicos a las mujeres, las generaciones siguientes se los quitaron diciendo que la sangre menstrual es contaminante, y que las mujeres deben cuidar muy bien donde tiran sus paños manchados con sangre ponzoñosa. Por eso es que hasta las mujeres más informadas, evolucionadas y modernas envuelven apresuradamente sus toallitas femeninas en mil papeles y luego hunden esa enorme bola de papel en el fondo del canasto para que nadie las vea, sin darse cuneta de que usando tanto papel para cubrirla lo hacn más evidente aún. Y no sólo hacen eso en los baños públicos: estando en casa, envuelven sus toallitas usadas en bolsas que meten dentro de otras bolsas… ¡para que nadie se entere de que están menstruando!
Si les preguntas por qué lo hacen, no lo saben explicar bien. Todas dicen “No es que a mi me de asco, es que no quiero asquear a los demás”, “para no impresionar”, “porque es desagradable para los demás” . la verdad es que ocultan sus menstruaciones por un impulso irracional y atávico que las obliga a esconder lo que le pasa y que es demasiado antiguo para poder explicarse con un razonamiento lógico.Comentarlo se considera una locura, un desatino, una animalidad: ¡ No podemos estar revelando la parte más salvaje de nuestra persona! Imagina que en una sociedad que pretende controlarlo todo minuto a minuto y ponerle horario fijo a cada cosa, a las mujeres les sucede algo que les aparece de pronto, sin aviso, y que absolutamente nadie puede controlar.Una puede decidir cuando duerme y cuándo no, cuándo orina y cuándo no, y hasta cuándo vomita y cuándo no. Pero no puede decidir cuándo menstruar y cúando no. La menstruación es absolutamente rebelde,baja cuando quiere y nada la detiene. ¿Cómo una chica moderna y sofisticada va a tener algo no programado en su agenda, como un ciclo natural, silvestre e indomable, por designio de sus hormonas? ¡Es un completo desatino! Esto pone a cualquier mujer en el mismo lugar de un animalito salvaje. Si queremos dominar el mundo, ¿cómo no podemos dominar a nuestra menstruación? La menstruación es tal prueba de naturaleza indomable , rayana en la autoindulgencia,que por eso a las mujeres les sigue dando vergüenza comprar tampones o toallitas en una farmacia. Nadie teme pedir papel higiénicoporque uno controla cuándo va al baño y cuándo no…¡ pero hay que ser mujer para tener el desatino de menstruar en cualquier momento! ¿ Cómo podemos ser tan salvaje?
[1] “ Tótem y tabú”

Prejuicios antediluvianos y curas imposibles

Por esta característica salvaje de la menstruación, esta sigue siendo un tabú primitivo, supersticioso y antiguo.. Nuestras abuelas nunca supieron que tendrían la menstruación antes de que esta les viniera. Las toallitas femeninas y los tampones no se promocionaron por televisión hasta 1970. La menstruación es la más clara indicación de que una niña ya es una mujer sexualmente madura. Y esta bandera roja pone nervioso a cualquiera; ¿verdad? ¿Por qué no existe el mismo tabú respecto a las manifestaciones de que un varoncito ya es hombre? De hecho, el habla cotidiana esta llena de palabras que refieren a los genitales masculinos: desde el “boludo” al “mala leche” , pasando por el “gilipollas” y el “eres la leche” . Será grosero hablar así, pero de ningún modo es tabú. Asi que pareciera ser que el tabú menstrual no se debe tanto a la madurez sexual sino a que es un tema de madurez sexual femenina.
La historia la escriben los que ganan, y como la ganaron los hombres que no menstrúan, resolvieron que menstruar es malo y feo. Así que ellos inventaron que la sangre es una maldición de Dios, que las mujeres sangran porque tienen demasiada sangre, que sangra porque ejercitan menos que los hombres y que la sangre les sale por el útero, que es el órgano más débil, el vertedero del cuerpo, y hasta pensaron en teorías locas como que el útero se mueve ocasionando problemas de salud en distintas partes del cuerpo. Libros de medicina de los años 60 sugieren que la mujer no debe bañarse durante la menstruación, o “se le sube la sangre a la cabeza”. Los libros de alrededor de 1970 dicen que lavarse la cabeza “corta la menstruación”. Y los libros publicados después del año 2000, que no avanzan más sobre el tema afirman que “si la menstruación duele, es porque la mujer se está alimentando mal“y sugieren hacer dietas naturistas llenas de ingredientes inconseguibles como azaí brasileño, hierbas chinas o tisanas inglesas de nombres espantosos como St John´s Word, que significa “ la verruga de San Juan”…¿Qué mujer en su sano jucio querría tomar eso, cuando el cuerpo te pide solamente chocolate?
Te dicen que si tomas chocolate te haces daño, y que la menstruación te duele más si te llenas de dulces…¡justo cuando el cuerpo sólo te pide dulces!
Te dicen que para que no te duela la menstruación debes alimentarte exclusivamente con licuados de brotes de soja, alfalfa y semillas de lino para paliar los dolores menstruales. Una vez probé quitarme el dolor con semillas de lino. Sí que te quita los dolores menstruales. Sucede que en lugar de comer media cucharadita, tragué sin ganas media taza de ese asqueroso alimento de periquitos. Luego creí morir de dolor por los retortijones que tuve toda la noche…¡ y te juro que te duelen tanto los intestinos que te olvidas de cualquier dolor menstrual! ¡Tiene que haber otra solución! Pero no la hay porque la menstruación es tabú
¿Qué dicen los expertos de este tabú?
Algunos justifican la aversión a la menstruación con el hecho de que el hombre primitivo no entendía cómo alguien puede sangrar durante cuatro días sin estar herido de muerte. Freud pensó que el hombre hizo que la menstruación fuera tabú porque le recordaba su miedo a la castración. Karl Menninger consideró que el hecho de que la menstruación sea tabú se debe a que al hombre le produce demasiada ansiedad ver la sexualidad y emocionalidad de las mujeres exaltadas en estos dias. En su libro “Menstruation and Menopause” (Editorial Knopf) la psicóloga neoyorquina Paula Weideger afirma que este tabú es el resultado del temor y envidia histórica del varón hacia la mujer, y que el tabú fue generado para evitar que ella quiera igualarlo en status social , y cree que el tabu “cumple un rol imprescindible para el hombre y por eso permanece vivo y creciendo, sin disminuir un ápice de lo que era hace dos mil años” El tabú le enseña a las mujeres un autodesprecio y un odio llamativos y perennes , que la imposibilitan a procurarse un sitio de poder en el mundo, compitiendo con los varones, porque se sienten menos que ellos a causa de la tan temida menstruación.
Asi como es tradición de las madres judías abofetear a sus hija en la menarca (para marcar un antes y un después en la vida, según dicen), la mayoría de las mujeres reciben bofetadas psicológicas de todo el mundo, que se empeña en marcarles a fuego que deben avergonzarse de ese proceso fisiológico involuntario que sucede en sus cuerpos y que ellas no podrían evitar ni aunque quisieran.
Aquí esta la mayor perversión del asunto: se trata de hacerlas sentir culpables a las mujeres por algo que les sucede fatídicamente, solo por ser mujeres. Imaginen si se les dijera a los hombres que deberian avergonzarse porque le crezcan los bigotes, Tendrían la autoestima tronchada para siempre y ocultarían abochornados todos los elementos de afeitada, par que nadie supiera jamás que la barba y los bigotes les siguen creciendo solo por ser varones.
Así que ya vemos que no es justo que se mire tan mal al hecho de menstruar, y ya veremos por qué tiene tan mala prensa.






¿Por qué no podemos decir que estamos menstruando?

En todas partes del mundo las mujeres pasan una semana por mes, todos los meses de su vida, haciendo lo imposible por ocultar que están en los días femeninos.
Inventan cualquier excusa para ir al baño seguido, veamos algunas .

Excusa inventada vs. Lo que prefiero que los otros piensen

“He bebido demasiada cerveza” -¡No menstrúo, es que soy alcohólica!
“ Se me rompió elástico de la bombacha” -No menstrúo, soy tan pobre que no tengo otra
“ Se me metió un insecto en el pantalón” -No menstrúo, tengo bichos en mis partes intimas
“Estoy descompuesta” -No es sangre, es diarrea.
“ No me siento bien”- No estoy menstruando, estoy vomitando
“ Tengo que tomar una medicina” No estoy menstruando, estoy enferema .
“ Se me ha roto la cremallera de la falda” No menstruo, uso ropa rota.
“Se me está por saltar un botón de la camisa” No menstrúo, soy gorda.
“ Ire a lavarme las manos otra vez” -No menstrúo solo tengo un Transtorno Obsesivo Compulsivo.
“Tengo cistitis” -No menstrúo, solo tengo una infeccion horrible.
“ Tengo que tomar algo” …………………… No menstrúo, soy drogadicta
“ Tengo que checar mi maquillaje” -No menstrúo, soy insegura y neurótica
“ Me voy a peinar “ -No menstrúo, soy vanidosa
" Me manché el vestido con sangre" -No menstrúo, tengo hemorroides
" Tengo que acompañar a una amiga al baño” …. -Yo no menstruo, la que menstrúa es ella.


¿ No es increíble? ¡Las mujeres prefieren que los demás piensen cualquier cosa antes de creer que ellas menstrúan!
Es tal el tabú contra la regla, que las mujeres de hoy en día deben ocultar cuidadosamente que pasan un cuarto de su vida menstruando.Deben llevar el secreto guardado bajo siete llaves, disimular sus toallitas, apósitos y tampones, cuidarlos con discreción, y no revelar su estado más que por razones de fuerza mayor.
¿Por qué?
La ginecóloga francesa Lucienne Lanson afirma que “en toda la esfera de la fisiología humana no ha existido otra función corporal objeto de tan apasionada oratoria, violentas discusiones y descabelladas teorías como nuestro flujo menstrual”. Me creo lo de las descabelladas teorías, aunque no lo de las discusiones, porque es un tema que jamás se debate. Se la celebra o se la niega, se la considera mágica o maligna, beneficiosa o temible,y nadie a permanecido indiferente a este extraño proceso…pero no se lo debate ni discute ni investiga: se prefiere el silencio.
En nuestra cultura sólo se muestra el efecto absorbente de toallitas protectoras en avisos de televisión, pero está prohibido que alguien se entere de que estamos usándolas. La sociedad apoya esta vergüenza y la incentiva. Se considera que es correcto avergonzarse, sentirlo como una carga, desear que nunca nos hubiera venido y aliviarse cuando no venga más.
Si una mujer sana pasa unos 40 años menstruando, en su vida acaba teniendo unas 500 menstruaciones en total. ¿Pero tiene sentido molestarse y avergonzarse por algo que nos sucede 500 veces en la vida? ¿No sería mejor reconciliarse con ese proceso y vivirlo como parte única de tu esencia femenina? ¿En qué estado queda la mujer del mundo debiendo avergonzarse y ocultar un proceso fisiológico que le sucede invariablemente cada 28 días? ¿No es un proceso altamente desgastante, ese de tener que tapar, ocultar, negar y disimular que sucede algo perfectamente normal en nuestro cuerpo? ¿De qué vale hacer dietas macrobióticas, Reiki, Tai Chi Chuan, Yoga, Pilates, meditación y terapias psicológicas varias para estar bien con una misma si no podemos aceptar un proceso natural de nuestro cuerpo? ¿Qué pasa con la mujer en una sociedad donde si te viene sin aviso y sin tampones debes pedirle algodón al oído de alguna mujer que sepas que será discreta? Se dice que es posible que una de cada siete mujeres que nos rodean hoy esté menstruando.¿Puede uno decir cual de ellas esta menstruando? Y si no hay manera de saber qué mujer está menstruando y qué mujer no… ¿por qué se proscribe e inhabilita a la mujer menstruante?







Motivos por los cuales no hay que decir que estás menstruando

- porque puedes mancharle la ropa a los demás
- porque todos entrarían en pánico de que te comas todos sus chocolates
- porque la gente te imagina cambiándote la toallita y eso les da cosa
- porque deprimirás a los hombres que pensaban dejarte embarazada hoy
- porque le quitas al barman las ganas de hacer un Bloody Mary ( ¡María Sangrante!
- porque los hombres se excitan si saben que estás en edad reproductiva









Excusas elegantes por si te descubren compresas femeninas asomando del bolso

“ Descubrí que esto es genial para limpiar el parabrisas de mi coche”
“ La mojo en agua helada, me la aplico sobre los ojos y me descansa la vista”
“ Las llevo encima para limpiar donde mi gato hace pipí”
“ Son lo mejor para lustrarme las botas”
“ Limpio con esto la mesa si se derraman bebidas”
“Me los pego en las orejas cuando hace mucho frio, y no sabes cómo abrigan”
“Yo las uso en las orejas para amortiguar los ruidos fuertes de la ciudad”
“ Llevo una toallita empapada en agua fria que me pego en la nuca y no sabes cómo te refresca cuando hace calor”
“Sólo las llevo encima para quitarme el maquillaje”
“Cuando quiero vaciar la pecera de mis pececito, le hecho tres de estas y ya está”
“Es para gastarle una broma a mis amigos: se las echo en el gin tonic y cuando quieren darse cuenta, el vaso está vacío”
“Las uso para secarme las manos. Es más pequeña que una toalla y seca más”
“No estoy menstruando. Las llevo para fingir que estoy menstruando si no tengo ganas de sexo”
“ Las uso para lustrar metales. Absorben más limpiametales que un trapo y son descartables”
“ Las llevo para fingir que aún estoy menstruando a mis 78 años …¡me hacen sentir joven!”