viernes, 20 de junio de 2014

Chicas que se equivocan

MUJERES MACHISTAS : UNA PENA , UN ATRASO Si ciertas las mujeres usaran este mismo ímpetu de la nota dle link de abajo ( donde ataca a las que las defendemos), en atacar al machismo y al status quo que siempre favorece a los varones ...hoy en día tendríamos guarderías en todos los lugares de trabajo, jefas, gerentas y ministras mujeres , nombres de calles, estaciones , ciudades y aeropuertos todos femeninos, propagandas de detergentes y jabón en polvo con modelos varones protagonistas, avisos de autos de alta gama con mujeres modelos protagonistas al volante, toallitas femeninas y tampones gratis distribuidos por el estado, personal domestico masculino , misma paga por mismo trabajo seas hombre o mujer , seria delito que te toquen el culo en el tren , las leyes harían que los hijos del divorcio sean mantenidos por ambos padres, ya que mama no tienen que dejar de trabajar para cuidar niños, porque hay niñeros y guarderías estatales y tendríamos partos humanizados, verticales, en casa o bajo agua, en ambientes amorosos y cálidos donde nadie apura a mamá ni al bebe y la cesárea seria un procedimientos de emergencia solamente realizado en contadisimos casos. No existirían los tacones altos ni la anorexia, y un peso normal seria sinónimo de belleza y salud. Las canas y las arrugas serian sinónimo de sabiduría y experiencia, y no habría un ideal imposible de belleza de pelo sueco boca africana y ojos orientales.
Es cierto que menstruar duele, nadie te culpa porque te duela . Pero tambien esta demostrado que duele menos en culturas donde la menstruación se aprecia como un indicador de salud y fertilidad , en vez de vivirlo como algo inmundo y vergonzante . En mi libro "El Asunto, la menstruación al denudo " pido que dejes de putear a tu cuerpo y como funciona y empieces a disfrutar ese milagro mensual de saber que si funciona, que puedes esperara un bebe cuando quieras, porque eres sana y DAS VIDA , en vez de decir " estoy indispuesta " ...¿ Indispuesta a que ?
Ademas de que deberíamos estar orgullosas de saber que la sangre menstrual es la mayor fuente de células madre y en breve salvara millones de vida en todo el mundo. Eso de pintar con sangre son métodos extremos para atraer la atención en un tema muy tabú y sojuzgado históricamente . Es lógico que haya reacciones así de proceso de " destape" , y lo celebro. la menstruación duele , si ...y eso te derecho a descansar, pedir ayuda y comer chocolate. pero no es motivo para que odies a tu menstruación ! La copa te ahorra millones de pesos en tampones y toallitas , y le ahorra al mundo toneladas de basura. Cuanto mas criticas al feminismo que te protege y ayuda , mas te aferras al machismo y mas proteges al sistema patriarcal . Y siendo mexicana ....eso es aun un mayor error.
Usa ese ímpetu para ponerte a favor de tus hermanas las mujeres. Cuando una mujer se pone en contra de otras mujeres, lo que muestra es que quiere ser mas aceptada por los varones ... como diciendo " ey chicos, soy una de ustedes, no me asocio con mujeres , si quieren les lucho con otra en el barro !"
Cuando te opones al feminismo y a quienes te defienden como mujer , eres una reaccionaria colaboracionista del machismo y no quieres que nada cambie jamas. Ni quieres igual sueldo por mismo empleo, ni quieres partos humanizados...y te encanta ser protagonista exclusiva de avisos de detergente , lustramuebles y polvo de lavar la ropa . Salud .( Te falta)
( encima ,. el articulo lo firma con seudónimo, que es como un anónimo, por ende la autora es, además de machista , cobarde )

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Cólicos patriarcales

By  | on 4 junio, 2014 | 0 Comment
Por Cleopatra Revoltosa
Yo me consideraba feminista hasta que me enteré de que mis cólicos menstruales se deben a que en realidad soy una hija sana del patriarcado, y que mis dolencias femeninas son parte de una conspiración del Big Pharma y el Nuevo Orden Mundial para vender tampones y analgésicos y así mantener a las mujeres oprimidas y enriquecer más al 1%.
No tenía idea de que para ser verdaderamente feminista tengo que estar en sintonía con “mi luna”, ni de que tengo que venerar cada gota de sangre que expulsa mi útero, ni de que los cólicos que siento cada mes son simplemente un constructo social creado para hacerme pensar que soy un lío hormonal incapaz de funcionar eficazmente en cualquier actividad que no sea “propia de mi género”.
No sé cómo pude estar tan ciega. Diosito, pacha mama, perdónenme por toda la sangre mágica y sagrada que he desperdiciado todos estos años y que bien pude haber usado para fertilizar mis plantas, pintar un cuadro, para curar el cáncer o hacer un caldo. Todo ese líquido vital que quedó atrapado en la taza de mi baño, coagulado y descompuesto en un millón de toallas sanitarias. Perdóname, virgencita, por imprudente y prejuiciosa. Por renegar de mi cuerpo y de la belleza oculta en las formas caprichosas de las manchas de sangre en mis calzones que sólo se borran con 3 días de remojo en cloro.
Las verdaderas feministas no le tienen miedo ni asco a la sangre porque saben que un útero sangrante es algo sano y maravilloso que sólo las mujeres libres del yugo patriarcal pueden y saben disfrutar. ¿Nosotras? Nosotras qué, si usamos toallas y tomamos ibuprofeno mientras ellas usan su copa menstrual y viven su vida sin riesgos de Síndrome de Shock Tóxico, rodeadas de un halo de misticismo hippie-burgués.
Qué mal estamos, pobrecitas. Cómo podemos sentir tanta aversión hacia la menstruación, que no es para nada una función corporal cualquiera como dormir o cagar. Menstruar no es así, la sangre que nos escurre por la vagina no es un desecho corporal como cualquier otro. ¡Es gloriosa! ¡Es vida! Es roja y es hermosa. No es como la sangre vulgar que te sale de un dedo cuando te cortas picando cebolla, no. La sangre menstrual es mejor, no es para nada asquerosa. ¡Contiene células madre! ¿No sabían? Existen universos infinitos dentro de esos bellos coágulos y nosotras de estúpidas dejando que se vayan por el caño.
Qué tontas hemos sido menospreciando el endometrio desprendido. Pero gracias a las auténticas defensoras de la equidad y del empoderamiento femenino, podemos recuperar esa conciencia, ese poder perdido a través de los años gracias a la manipulación patriarcal. Las verdaderas feministas nos han señalado nuestro error, nos han abierto los ojos para descubrir que vivimos en una opresión sistemática que nos hace pensar que la menstruación es dolorosa, sienten pena por nosotras y están dispuestas a rescatarnos de este hoyo vendiéndonos copas menstruales, recetándonos una chaqueta para mitigar el dolor ficticio, y poniéndonos a ver “La luna en ti”.
Yo debo estar completamente sometida porque ya hice todas esas cosas y todavía me duele.
¿Por qué no puedo liberarme de este odio hacia mí misma? ¿¡Por qué no puedo ser una buena feminista y pintar caritas felices en las paredes con mi sangre menstrual!? ¿¡QUÉ ES LO QUE ESTÁ MAL CONMIGO, DIOSITO!?
No odio mi cuerpo, simplemente me rehúso a creer que la menstruación es algo mágico que me hace especial. Porque, digo, no encuentro coherencia en rechazar el falocentrismo si luego voy a atribuirle virtudes místicas y sobrenaturales a las funciones corporales femeninas. Además, estoy convencida de que absolutamente TODAS las mujeres que menstrúan han sentido dolor alguna vez, aunque sea mínimo, incluso las mujeres de esas tribus donde andan encueradas y les encanta menstruar. Inflamación y contracciones uterinas son las causas del dolor, o al menos eso fue lo que me dijo el ginecólogo. Y debe ser verdad, porque lo googleé para confirmar.
Queridas amigas feministas: DEJEN DE DECIRME QUÉ HACER Y CÓMO SENTIRME CON MI CUERPO. Suficiente tengo con que la sociedad me fastidie por puta, por gorda, por peluda y abortista, como para que también ustedes me estén chingando. A mí me vale pito si menstrúan, si usan su sangre para impermeabilizar su casa, si les duele o no. Estamos conscientes de que existen cuerpos diferentes, lógicamente existen síntomas diferentes.
Yei, viva la diversidad. Viva la equidad. Viva la superioridad moral. Son más feministas que yo. Ustedes muy bien, chavas. Si eso es lo que quieren escuchar, no es por nada, pero mejor vuélvanse hipsters.
Estoy en mi derecho al quejarme de estos retortijones tan putos, simplemente estoy ejerciendo mi libertad de expresión. Así como me quejo cuando la fila del súper está muy larga, o cuando me quejo si me pego con la pata de la mesa en el dedo chiquito del pie. MIS CÓLICOS NO SON MENTALES NI SON PRODUCTO DE UNA CONSPIRACIÓN. Existen y tienen una explicación médica que para nada tiene que ver con el patriarcado. Tampoco me incapacitan de ninguna manera, puedo seguir con mi vida normal, exceptuando por algún pujido ocasional para manifestar mi incomodidad. En conclusión: menstruar no es malo, lo que me caga son los cólicos y el pinche culto a la menstruación.
Existen chorrocientos mil problemas más importantes relacionados con el género como para perder el tiempo poniendo en duda la autenticidad de las contracciones uterinas durante nuestros periodos. Así que porfas, chicas, no se claven. O clávense unas bolas chinas, eso es más divertido.
Ciao. Besitos."

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